¿Qué cenas de Navidad ni qué cenas de Navidad? ¡Cañas de Navidad!

Cervezas de Navidad

Ha llegado ESA época. Esa en la que ya te empiezan a planificar todos los fines de semana de diciembre. Las cenas del curro, las familiares, del gimnasio, de los antiguos alumnos, esos a los que no ves en todo el año y tienes ocultos en tu muro de facebook porque son muy pesados pero… ¡es Navidad y hay que verse! Y quién elige sitio, y no seáis cutres que para una vez que nos vemos, y no no no, yo ese viernes no puedo, ¿lo dejamos para el domingo?… Sí, esa época ya está aquí.
Partamos de una realidad innegable:

  • Las cosas no están para despilfarros
  • Tiempo libre tenemos el justo
  • Vamos de duros, pero en realidad nos hace mucha ilusión ver a todos esos grupos de gente a la que ves una vez al año. Aunque sólo sea para ponerte al día

Tenemos la solución: ¡cambia las cenas de Navidad por cañas de Navidad! Queda en el bar al que debes fidelidad, ese a cuyo camarero conoces por su nombre. El mío, sin ir más lejos, se llama Juan. Tomad unas cañas, con sus correspondientes tapas. Hablad antes con vuestro Juan particular y decidle que ese día se estire, ¡que es Navidad! Haced la convocatoria por redes sociales, ¡o por Whatsapp!

¡Cañas de Navidad!
26 de noviembre de 2013
Has cambiado el asunto a “¡Cañas de Navidad!”
Alex se ha unido
Dani se ha unido
María se ha unido
Kike se ha unido
Sarindonga se ha unido
Chicos!!
Este año cambiamos la cena por cañas!!
Que si no nos empieza Kike con que si está muy liado…

María
¡Guay!

Dani
Por mí genial. ¿Segundo finde de diciembre?

Kike
Yo ese no puedo…

No, si lo que yo te diga…

Alex
Jajajaja!! Síiiiii!!! Y vamos donde Juan!!!

Kike
¿Y si lo dejamos para enero?

¿Qué no has entendido de cañas DE NAVIDAD? ¡Tío! ¡Haznos hueco!
Sarindonga se ha ido
¡Y la otra!

Dani
Dice Sara que perdón. Que se ha salido sin querer. Que la metas.
Sarindonga se ha unido

A ver, jueves 12. Donde Juan. A las 9, ¿estamos?

Alex
Yeaaaaahhhh!!!

Kike
Va! Guay!

 

Y así consigues que el plan parezca más fácil, porque para cervecear siempre hay tiempo. Y te juntas con la gente a la que quieres ver, con la que quieres estar.
Todo ventajas, oiga:
No tienes que pasar tres horas sentado entre los dos con los que menos te apetecía cenar. Sin opción a cambio. El plan de cañas te da la libertad de rotación y traslación.
Te ahorras tener que buscar sitio. Esa presión. Ese amigo al que nunca le gusta el lugar que has elegido.
No hay que esperar a que llegue Kike, una hora más tarde, porque cómo estaba el tráfico. Según llegas le pides una caña a Juan y listo. ¡A disfrutar de los tuyos!
Tu gente. Tu caña. Tu tapa. Tu Juan. ¿Qué te parece el plan? Este año, apúntate a las cañas de Navidad.

Al mal tiempo, buena caña

Caña de cerveza

En tiempos de incertidumbre, es bueno tener certezas.

En estos días de crisis generalizada, nos podemos ver privados de algunas cosas, pero la mayoría de nosotros tenemos claro que no renunciamos al pequeño placer cotidiano de tomar una cerveza y unas tapas.

Así pudimos constatarlo en la presentación de la encuesta «BARometro de la crisis«, elaborada por Quota Research para Cerveceros de España, que tuvo lugar en la cervecería Santa Bárbara de Madrid, con la presencia de Jacobo Olalla Marañón, Director General de Cerveceros de España.

Los datos son muy significativos: en un momento en el que 9 de cada 10 ciudadanos reconocen que el consumo se ha visto afectado por la situación económica, más del 60% asegura no haber prescindido de la costumbre de tomar unas cervezas. Incluso habiendo tenido que renunciar a ciertos planes, como ir a conciertos, al teatro o al cine como medidas de ahorro, 6 de cada 10 entrevistados admiten no haber renunciado a tomar una cerveza a pesar de la crisis.

¿A qué se puede deber el que ir de cañas sea la opción de ocio no gratuita a la que el 90% de los encuestados nunca renunciarían, por delante de salir a cenar fuera o las excursiones de fin de semana?

Probablemente la clave esté en que irse de cañas va mucho más allá de beber cerveza; es un momento para disfrutar de la compañía de amigos o familiares, compartiendo otras muchas cosas además de la caña y las tapas: conversación, información, emociones, inquietudes…

Ese aspecto tan social que tiene la cerveza  en nuestro país hace que la mayoría (73%) siga prefiriendo los establecimientos hosteleros para disfrutar de esta bebida y además, servida preferiblemente con una tapa (64%).

Veraneantes de ciudad

Nuestro capacidad para viajar o salir de vacaciones también se ha visto afectada por la crisis. De hecho, desde 2009 se ha duplicado el número de españoles (42% en 2012) cuya economía les obliga a permanecer en su lugar de residencia.

Estos «veraneantes residentes» aprovechan el tiempo libre para vivir su ciudad de una forma más relajada, casi como turistas y en consecuencia, el plan de quedar con amigos para tomar unas cañas ha ganado adeptos. Si en 2009 solo el 8% de los encuestados lo elegían como su plan favorito en caso de no viajar fuera, en 2012 estos ya son un 44% del total.

«Estos datos prueban el fuerte arraigo en la cultura española de la cerveza como una bebida que, consumida con moderación, nos ayuda a combatir el calor, nos permite compartir buenos momentos con amigos y familia, y para muchos constituye ya su único lujo», afirma Jacobo Olalla Marañón, director general de Cerveceros de España.

No sin mi caña

Además, con la llegada del calor el ocio cambia; para la mayoría no es tiempo de ir al cine ni de copas, y se prefiere estar más en la calle, lo que explicaría que más de la mitad de los encuestados admiten ser tan fieles a las cañas en esta estación como durante el resto del año.

Y tampoco hay crisis que pueda romper el idilio entre la cerveza y el aperitivo: constituye la bebida favorita en ese momento del día para 9 de cada 10 españoles. Lo que sí ha variado es la frecuencia: mientras que hace tres años más de la mitad (51%) de los encuestados salían a tomar el aperitivo al menos una vez por semana, ahora sólo el 36% mantiene esa asiduidad.

Resumiendo: en tiempo de crisis sabemos que, por el precio de unas cañas, creamos momentos para disfrutar de cosas como la amistad o el cariño de la familia, que no tienen precio.