Las 10 cosas que no sabías sobre la cerveza

La cerveza es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, de hecho en España se comercializaron 32,3 millones de hectolitros el año pasado. Nos encanta disfrutar de una caña bien fría acompañada de un buen aperitivo pero, ¿sabemos lo suficiente acerca de esta bebida milenaria? Ha llegado la hora. Tú que presumes con tus amigos de ser el que más sabe sobre esta bebida milenaria… ¡es el momento de demostrar tu expertise cervecero! Aquí compartimos 10 datos curiosos sobre esta bebida para que la disfrutéis con conocimiento de causa.

1. El reinado de Carlos V supuso el impulso de la industria cervecera en España. Llegó a traer a sus cerveceros desde Malinas (Mechelen en neerlandés) hasta Castilla para que se la elaboraran.

2. Las cervezas se tipifican en dos categorías: ales, que son las que fermentan a altas temperaturas, y lagers, que fermentan a más baja temperatura.

3. La cerveza está presente en la historia de Egipto y Mesopotamia, una de las recetas más antiguas se encontró en tabletas de piedra hace cinco mil años A.C.

4. Bayerische Staasbrauerie Wheihenstephan es la cervecería más antigua del mundo. Ubicada en Múnich, esta fábrica lleva produciendo de forma casi ininterrumpida desde 1040.

5. La calidad del agua utilizada modifica radicalmente el sabor de la cerveza. Por esta razón, muchas fábricas deciden instalarse sólo en lugares cercanos a caudales de agua limpia.

6. La cerveza rubia y las cervezas tostadas o negras se elaboran con las mismas materias primas, agua, cebada y lúpulo, la diferencia de color se debe al mayor tueste del cereal.

7. Cuanto más aromática sea una cerveza mayor tendrá que ser el vaso en el que se deguste para facilitar una mejor respiración y apreciarla mejor.

8. La cerveza es la tercera bebida más consumida del mundo, solo superada por el agua y el té.

9. Durante la Edad Media la calidad del agua no era muy buena, por lo que la gente prefería la cerveza al considerarla más segura para la salud.

10. Se cuenta que en Mesopotamia, si la producción de cerveza no salía bien, podían arrojarte a ella como castigo.

Estas son algunas curiosidades que todo buen cervecero debe saber, ¿las conocías? Ahora sí que podrás presumir cada vez que quedes a tomar unas cañitas con los tuyos.

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En otoño caen las hojas de los árboles, pero tu cerveza es perenne

Cervecear en otoño

Tus amigos lo han repetido hasta la saciedad, tu madre te envía whatsapps con preguntas como “¿has sacado ya la ropa de invierno?” y en la tele sólo ves anuncios de colecciones de soldaditos prusianos o taxis del mundo. Pero si aun así no te has percatado, haz el favor de salir a la calle y observar a la gente. Ya nadie lleva pantalones cortos y las chanclas han sido sustituidas por esos botines a conjunto con la gabardina verde. Y es que te guste o no, el otoño –como decían en Poltergeist– ya está aquí.

Una de las cosas que más nos gustan de esta estación, además del estreno de las nuevas temporadas de las series, son los colores. Los parques se llenan de amarillos, naranjas y marrones que transmiten una mezcla de melancolía, paz y relax. Son tantas las sensaciones como momento tiene el otoño para disfrutar de una cerveza.

El-vaso-ideal-para-disfrutar-tu-cervezaLa cerveza lager Pilsen, la rubia y brillante, la que más nos gusta a los españoles por su frescor y suavidad, es la variedad del día a día, la preferida para compartir los buenos momentos de nuestra rutina, que haberlos haylos. Porque que el verano sea más pasado que las cintas VHS no significa que no podamos seguir pronunciando esa frase mágica de “¿te vienes a tomar una caña?”.

El otoño también significa el inicio de un nuevo curso y, por lo tanto, las listas de buenos propósitos: que si aprender inglés, que si apuntarse al gimnasio, quedar con ese amigo que lleva todo el verano desaparecido. Ahí queríamos llegar: tardes dedicadas en exclusiva al amigo de la universidad con el que compartiste todo, desde las noches en la biblioteca y los viajes post-exámenes hasta los tuppers de la abuela. Las charlas interminables e ininterrumpidas se merecen una lager extra, tostada, cremosa y con aroma a regaliz.

Llevas tiempo pensando en invitar a tus padres a cenar en ese restaurante que descubriste hace unos meses, pero en verano, con tantos viajes, bodas y comuniones, no has tenido tiempo. ¡Hazlo ya! Les hará tanta ilusión que estarán abiertos a probar todo lo que les recomiendes. Será el momento de sorprenderles y pedir a tu hostelhéroe una cerveza de abadía. Con esas notas de caramelo y manzana las batallitas de la mili de tu padre te sonarán mucho mejor.

Si eres de las personas que necesitan un dulce a media tarde, la negra stout es tu variedad. Cambia el café por una cerveza negra, cremosa, robusta con sabores a regaliz y café, perfecta para acompañar al brownie que tanto te gusta. Después de probarla por primera vez, seguro que repites

En fin, que el cambio de estación te asalte en camiseta de tirantes o en jersey es de lo menos. Lo que cuenta es que te pille bien rodeado de tu gente, en ese bar donde siempre te sientes a gusto y con una cerveza en la mano mientras cuentas por enésima vez tu viaje a los fiordos noruegos.

A orillas de la playa

El chiringuito

¿Quién no ha querido dejarlo todo alguna vez y montar un chiringuito de playa? ¡Ay! el chiringo, el quiosco playero, las casetas, la taberna de verano, la terracita del paseo marítimo… son muchos los nombres que designan a ese gran lugar en el que arreglamos el mundo durante las vacaciones y en el que nos gustaría pasar más días al año. Indispensable oasis para combatir el calor en los meses de julio y agosto, cómplice de nuestros mejores momentos playeros y como no, guardián de la cerveza fresquita. Por todo esto y mucho más, hoy le dedicamos nuestro post en el blog.

Ponte en situación: la una del mediodía, cremita en la frente, tus amigos, el ruido de las olas, unas bravas, dos cañitas y una paella encargada para cinco. ¿Se puede vivir mejor? Lo dudamos.

La verdad es que lo hemos hecho todos y en todas las épocas, nuestros padres y abuelos también, sí. De hecho, los orígenes de este mágico lugar se remontan a principios de los años cincuenta, a las playas del litoral catalán, concretamente en Sitges. Y por si no lo sabíais, tiene un pasado literario.

El primer establecimiento que da nombre a todos los demás se inauguró en 1913 con el nombre de ‘kiosket’. Fue a mediados de los años cuarenta cuando un ilustre parroquiano, escritor y por aquel entonces colaborador del periódico La Vanguardia, César González Ruano, sugirió al dueño del local que cambiara el nombre a Chiringuito. Para César era un lugar especial donde encontraba la inspiración para escribir sus novelas y sobre todo, donde disfrutaba en compañía de buenos amigos.

Muchos años han pasado, y muchos otros locales a lo largo de la costa española se han ido abriendo, pero su esencia sigue imborrable. El chiringuito, ya sea de madera o azulejo, con manteles de papel o de tela, es ese sitio donde puedes desconectar, darte una tregua del sol y sobre todo, disfrutar de una cerveza fría y unas tapitas, ya que en el fondo es lo que nos gusta.

Así que ya sabéis, este verano (toalla en mano), no dejéis de acercaros a vuestro chiringuito favorito, porque es el planazo del verano, y no lo decimos nosotros, que ya nos lo cantaba Georgie Dann.

Bière, Bier, Beer, Birra, Cerveza

Cervezas por Europa

¿Os habéis dado cuenta de que los españoles somos los únicos europeos que utilizamos la palabra “cerveza” en vez de un derivado del término “bier”? ¡No! Diréis los más listillos, también utilizamos la palabra “birra”. Es cierto, pero también lo es que sólo la empleamos en un contexto coloquial.

Parece que hasta para el idioma “Spain is different”, pero veamos en profundidad de donde vienen tales diferencias:

Diosa Ceres Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra “cerveza” tiene su origen en el término latino “CERVÊSÏA”. A su vez ésta palabra proviene de los pueblos celtas, en concreto los galos, y está etimológicamente emparentada con el gaélico “coirm” y el vocablo gales “cwrw” (no, aunque parezca raro no ha sido un fallo del teclado).

Otra hipótesis, menos aceptada, es la que defienden los autores de “El libro del amante de la cerveza”, Phillippe Duboë-Laurence y Christian Berger. Según estos escritores, “cervoise” provendría de “cerevisia”, una palabra derivada de “Ceres”, la diosa latina de la tierra y los cereales, y “vis”, la fuerza. Al surgir de una fantasía, muchos filólogos no la toman en serio.

Lo que queda claro es que algo ha tenido que ver el cereal y su raíz “cerealis”. Es lógico ¿no?

Y entonces ¿Por qué bière, bier, birra o beer? Al parecer, hacia principios del siglo XVI, los españoles estábamos adoptando el término cerveza de los franceses, en concreto de la palabra galo-romana “cerevisiae”. Al mismo tiempo, en Francia y el resto de Europa, dejaban de utilizar este vocablo para comenzar a pronunciar “biere”, proveniente del término germánico “bier”. Esta palabra tiene su origen en diversas variantes del verbo latino “bibere”, que como muchos ya sabréis significa beber.

Ni una ni otra

Pero los anteriores no son los únicos vocablos que se han utilizado para designar a nuestra bebida preferida. En muchos países del este de Europa, se usa la palabra “pivo” o derivadas que, aunque a simple vista no parecen tener mucho que ver con los términos anteriores, podría estar relacionada ya que, por ejemplo, el presente del verbo latino “bibere” se dice “bibo”.

En Inglaterra también tienen su propia palabra. El término inglés “ale” proviene del escandinavo “oel” que significa cerveza. Pero aquí hay truco…aunque la palabra de origen “oel” se refiere a todos los tipos de cerveza, el término “ale” sólo se usa para la cerveza de fermentación alta. Y… ¿Cuál es el término para las de fermentación baja? ¡Una caña para quién lo sepa!

I TRIVIAL CERVECERO

¿Te consideras un gran amante de la cerveza? Cuando sales de cañas, ¿te conformas con un vaso de tubo o exiges una cerveza perfectamente tirada porque sabes que así la disfrutas más?

La próxima vez que quedes con tus amigos para tomar una cerveza y hablar de la vida, también puedes aprovechar para presumir de tus conocimientos cerveceros. Porque, reconozcámoslo, ¿a quién no le gusta ganar al Trivial?

1) Según el tipo de fermentación, la cerveza se puede clasificar en:

a. Rubia y Negra
b. Lager y Ale
c. Con o sin alcohol

2) El amargor de la cerveza se debe a:

a. La malta
b. La cebada
c. El lúpulo

3) El país donde más cerveza se consume por habitante es:

a. República Checa
b. Alemania
c. Bélgica

4) ¿Quién dijo “la cerveza es la prueba de que Dios nos ama y quiere que seamos felices”?:

a. Gandhi
b. Roosevelt
c. Benjamin Franklin

5) ¿Dónde se han encontrado los restos más antiguos de cerveza?

a. Roma, Italia
b. El Cairo, Egipto
c. Barcelona, España

6) El  principal productor y consumidor de cerveza sin alcohol de la Unión Europea es:

a. Francia
b. Italia
c. España

7) ¿Qué monarca trajo su corte de maestros cerveceros a España?

a. Felipe II
b. Alfonso X
c. Carlos V

8) Las primeras latas de cerveza datan de:

a. 1935
b.1940
c.1955

9) Los vikingos creían que en el paraíso habría un animal escupiendo un chorro de cerveza ¿qué animal era?

a. La vaca
b. El toro
c. La cabra

10) ¿Cuándo es el momento más recomendado para tomarse unas cañas?

a. Mediodía
b. Tarde
c. Cualquier hora es buena

 

 

RESPUESTAS: 1)b 2)c 3)a 4)c 5)c 6)c 7)a 8)b 9)c 10)c

*Si has acertado menos de 5….

¡Ponte las pilas! Sabemos que te gusta la cerveza pero no estaría de más culturizarse un poco. Además, los comentarios de cultura cervecera siempre son buenos para animar un poco la conversación… y lo que surja.

*Entre 5 y 8

¡Muy bien! Te gusta el sabor de la cerveza y, además, sabes lo que estás tomando y de dónde viene. Eso sí, no te quedes sólo con la teoría: la mejor manera de practicar la cultura cervecera empieza con un grupo de whatsapp (para quedar con los amigos, claro) y termina en un bar.

*Más de 8

¡Eres todo un crack cervecero! Esta bebida no tiene secretos para ti. Como mínimo, te mereces una cerveza bien servida en su copa y una tapa al lado.

La tumba del cervecero egipcio

¿Pues no estaba el otro día el equipo de la Universidad japonesa de Weseda limpiando la entrada de un sepulcro de un funcionario de Amnhotep III y se encuentran con la tumba de un maestro cervecero?

Que sí, que lo ha dicho el Ministerio de Antigüedades de Egipto (porque, por lo visto, en Egipto, hay Ministerio de Antigüedades). El Maestro se llamaba Jusum-Im-Heb, y vivió hace 3.000 años en Luxor.

En su día a día Jusum-Im-Heb elaboraba una cerveza probablemente más espesa y más dulce que la que conocemos nosotros, a la que llamaban hnkt. En el Antiguo Egipto tomaban cerveza tanto los campesinos como los reyes, la utilizaban como ofrenda para los dioses, la incluían en el ajuar de los difuntos, y era de gran importancia tanto en rituales como en algunos procesos medicinales. Todo ello, ojo, que serán conjeturas, pero nos induce a pensar que Jusum-Im-Heb, en Luxor, lo petaba. ¡Que sí! Sería el típico egipcio molón, simpático, con don de gentes… ese del que la gente decía: “¿has visto a Jusum?, que me ha pasado una cosa y quería hablar con él… dile que le espero donde están construyendo los Colosos del Memnón, que así aprovecho y veo cómo van las obras”. Porque además de majete, era necesario. Imprescidible, incluso. Porque Jusum era cervecero.

¿Cómo hacían la cerveza los egipcios?

Danza de celebración Básicamente: se hacían hogazas de pan con una masa rica en levadura, se cocían un poco, se desmigaban y se tamizaban con agua dejando que ese líquido fermentase en unas vasijas enormes para ser al final decantado en jarras que se sellaban. En el mismo lugar en que se hacía el pan se hacía la cerveza. Todo ello, ojo, que serán conjeturas, pero nos induce a pensar que lo de la caña con tapa lo pensaron los egipcios. ¡Que sí! Jusum, o algún otro maestro, vería tan cerca el pan y la cerveza que se dijo… “al pan este le ponemos un choricillo encima, salimos ahí a la fresca y nos montamos un aperitivo que ríete tú de los Aztecas”.
Este último dato no debe aceptarse con rigor histórico, lo que sí podemos aseguraros es que la cerveza no es de ahora. Lleva muchos ¡muchos! años acompañando nuestra historia. Desde la Antigua Mesopotamia, el Egipto antiguo (gracias, Jusum), el Mundo Grecorromano… cuántas civilizaciones han disfrutado de nuestro oro líquido. Y cuántas lo seguimos haciendo. ¡Y por muchos años!

Es tiempo de cervezas

Lúpulo

Como cada año, a finales de septiembre le damos la bienvenida al otoño y no es tarea fácil porque lo que en realidad nos gustaría a la mayoría es estirar los últimos rayos de sol y con ellos el verano, ¿a que sí?… Sin embargo, esta estación también tiene muchos encantos y uno de ellos está relacionado con nuestra bebida favorita. Y es que a finales de septiembre es la época de recogida del lúpulo, el ingrediente que aporta a la cerveza su característico sabor amargo. Hoy os vamos a contar cómo es este proceso y os daremos un  motivo más para afirmar que en otoño también es tiempo de cervezas.

LA FLOR DEL LÚPULO

Flor de lúpuloLa lupulina es la parte de la flor que se emplea en la elaboración de la cerveza y que le da su característico sabor amargo, además de aportar otras propiedades, antioxidantes fundamentalmente, y contribuye a la estabilidad de su espuma, a la conservación y al frescor de la cerveza.

Para la elaboración de la cerveza sólo se cultivan las flores femeninas y se utilizan antes de que sean cultivadas.

En España se cultivan cuatro variedades, de las que tres se consideran “super amargas” (Nugget, Magnum y Columbus) y una cuarta (Perle) pertenece a la categoría de aromáticas. La práctica totalidad de la producción nacional se cultiva en la comarca del río Órbigo en León.

LA RECOLECCIÓN DEL LÚPULO

Carga del lúpulo

Durante el primer año, la planta del lúpulo sólo requiere un grado suficiente de humedad en el terreno. En el segundo año, en primavera se poda para que empiecen a crecer los nuevos brotes y en la primera quincena de mayo se procede al entutorado, un proceso por el que se seleccionan seis tallos de entre todos los brotes y se desecha el resto. Así la planta acelera su ritmo de crecimiento y alcanza su altura máxima en junio.

SEPARADO Y SECADO DE LA FLOR

Una vez se recoge la cosecha en septiembre, las flores deben procesarse lo antes posible para evitar que se deterioren. En esta fase las flores se separan del resto de material vegetal en pequeñas explotaciones “caseras” donde colabora toda la familia.

Tras el separado, la flor se somete a un proceso de secado, por métodos tradicionales, para quitar el exceso de humedad.

ENTREGA Y CONSERVACIÓN DEL LÚPULO

Lúpulo envasado

Después del secado, el lúpulo se almacena en las instalaciones de la S.A. Española de Fomento del Lúpulo (SAEFL), de la que los cultivadores de la zona de Carrizo de la Ribera son socios. La SAEFL recoge, pesa e identifica el lúpulo de toda la comarca, que será analizado  en un laboratorio en las propias instalaciones. Finalmente, se extrae la lupulina en “pellets” o comprimidos.

Para garantizar las propiedades del extracto del lúpulo, se envasa al vacío y almacena en las propias instalaciones en neveras-almacén.

Y PARA TERMINAR… UN POCO DE HISTORIA

El origen del cultivo del lúpulo se remonta a 4.000 años a.C. El pueblo babilonio ya cultivaba el lúpulo para elaborar una bebida llamada “sikar”. También se cree que era uno de los ingredientes del «soma», bebida sagrada de la India.

En un primer momento el lúpulo era una más del conjunto de hierbas aromatizantes que se utilizaban para dar sabor a la cerveza. Su uso se generalizó en el siglo IX por razones de higiene y de conservación.

La primera prueba de la producción de lúpulo en nuestro país data de la Edad Media. Del siglo XV son las flores de lúpulo talladas en el friso ornamental de la Capilla del apóstol Santiago de la Catedral de León. Actualmente la ribera alta del Órbigo es prácticamente la única zona de España donde se cultiva esta planta

Motivos para cervecear

Brindis con cerveza

¿Hay que buscar excusas para ir de cañas? No es un plan que haya que justificar mucho, es el “must have” de los planes. Hoy hablaremos de algunos de los motivos que nos llevan a quedar con los amigos o la familia para tomar unas cervezas. Y decimos sólo algunos porque, como diría Joaquín Sabina, “Nos sobran los motivos”:

  • Porque hay que celebrar el fin de exámenes, ¿de la carrera?, ¡el fin de una entrega de proyecto! ¡o que alguien ha aprobado el carnet!
  • Porque hace mucho tiempo que no nos vemos y ya va siendo hora
  • Porque me han dejado/le han dejado. Y hay que juntarse para contarlo y dar consejos que no sirven para nada porque ni se escuchan
  • Porque hay que quedar para animarle, que me han dicho que desde que le dejó no levanta cabeza
  • Porque las recuperaciones a veces no son largas y hay que salir a conocer gente
  • Porque os tengo que presentar a alguien que he conocido…
  • Porque hoy hay fútbol
  • Porque me han hablado muy bien de ese bar
  • Porque acabamos de hacer deporte y hay que rehidratarse
  • Porque sí
  • Afterwork: “¿unas cañas?”
  • Afterchurch: es el plan oficial al salir de misa. Eso es así.
  • ¡Porque he leído que la cerveza es buenísima para la salud!
  • Porque tenemos que quedar para comentar la noche de ayer. Que madre mía.
  • Porque hoy es San Ceferino, y eso hay que celebrarlo
  • Porque hoy es fiesta en el Reino Unido (excepto en Escocia)
  • Porque hay que acompañar en el sentimiento a Escocia, que hoy no tienen fiesta
  • Porque me apetece veros, y contaros, y reírnos
  • Porque te has encontrado con alguien y hablar de pie en mitad de la acera es de muy mala educación
  • Porque te han ascendido de becario a persona
  • Porque te han ascendido de persona a persona con sueldo dign
  • Porque soy un bohemio y dónde mejor que en el bar para inspirarme para mi guión compartiendo una cervecita con personas que me inspiren
  • Porque has quedado con “alguien” y antes necesitas unas cañas con tus amigos para comentar “la táctica”
  • Porque no hay mejor plan para proponer a “alguien” que: ¿unas cañas?
  • “¡Me apuesto una caña a que no te atreves!”. Porque las deudas hay que saldarlas
  • Porque dónde íbamos a estar mejor y en mejor compañía

Asequible, divertido, muy nuestro, muy mediterráneo. Quedar para unas cañas es siempre el plan perfecto, y cualquier motivo es más que válido. ¿Cerveceamos?

Anécdotas cerveceras para compartir

Una mañana soleada en una terracita, o una tarde lluviosa en un confortable bar con los amigos, unas cervecitas, risas, una charla relajada… en ocasiones como estas se habla de todo, y de la misma forma que se comparten las tapas,  nos gusta compartir las anécdotas.

Y como a nosotros de lo que nos gusta hablar es de cerveza, esta semana queremos darte material para esas reuniones, información curiosa que quizá no conozcas pero que resulta llamativa, como ya hicimos con nuestra entrada Cervezas: un mundo de anécdotas, y así poder completar la frase:

Oye, ¿sabías que…

La cerveza es una bebida de dioses?

La cerveza y la religión han tenido, desde la antigüedad, una relación muy estrecha.

Ya en los tiempos de Babilonia la cerveza se consumía en templos y, una variante de la cerveza, la chicha, en América constituía una ofrenda obligada a los dioses, como se sigue haciendo en algunos templos japoneses.

Aztecas y cerveza

Era una parte de la dote en Alemania?

Así es, tan importante era la cerveza en algunos lugares de la Alemania de finales de la Edad Media que los útiles para la elaboración de cerveza formaban parte de la dote aportada por las esposas al matrimonio. Además las recién casadas recitaban esta oración al entrar en sus nuevas casas:

Señor nuestro, cuando haga el braceado, ayuda a la cerveza y cuando amase ayuda al pan

Puedo decirte si esto es una stout o una porter sin probarla?

Imagen vía Blog Sean y Wonton
Imagen vía Blog Sean y Wonton

Deja con la boca abierta a tus amigos diciéndoles que lo único que necesitas es una bombilla. Es fácil diferenciar una stout de una porter colocando un vaso lleno ante una bombilla ya que, con la luz la porter adquiere un halo traslúcido ligeramente rojo mientras que la stout permanece totalmente opaca.

La cerveza no existía en América?

Hasta mediados del siglo XVI, cuando los españoles llevan sus fábricas cerveceras allí. Hasta entonces lo que allí tenían era la ya mencionada chicha, fabricada con maíz fermentado por las mujeres. Esta bebida sigue siendo muy común en Latinoamérica.

En Norteamérica la cerveza llegó de la mano de los “peregrinos”, los primeros colonos, que eran de origen británico o centroeuropeo y tenían sus propios métodos y preferencias en la elaboración de esta bebida. Eso, junto con las características del clima, explica las diferencias existentes entre los gustos de los cerveceros del norte (en especial la costa este) y los del sur.

Los antiguos egipcios la bebían caliente?

Lo que hoy en día nos parece un atentado contra la cerveza, en el antiguo Egipto era una práctica común.

La bebían tibia, procedente de la maceración de pan de cebada desmigado en agua, fermentada con zumo de dátiles y aromatizada con comino, jengibre y miel.

Lo de usar la cerveza para cocinar viene de lejos?

Hay muchos documentos que la sitúan como ingrediente de manjares en toda Europa desde hace mucho tiempo atrás aunque el esfuerzo por incorporarla a la mesa haya llegado de la mano de la cocina más sofisticada. Hay que tener en cuenta que en Europa la cerveza ha sido un elemento mucho más abundante que el vino, a diferencia de lo que ocurría en la península ibérica. Hoy en día ambas bebidas fermentadas juegan un papel fundamental en cualquier cocina que se precie.

Imagen vía The stone Blog
Imagen vía The stone Blog

Bueno, esperamos que estas anécdotas cerveceras os ayuden a sorprender a vuestros amigos en esos momentos de cerveceo que tanto nos gustan. ¿Conocíais alguna de las que os hemos contado? ¿Sabes alguna curiosidad más? ¡Cuéntanosla!

Lúpulo, el sabor de septiembre

Septiembre tiene un sabor especial, y es que durante este mes se lleva a cabo la recolección del lúpulo, uno de los ingredientes que dan alma y sabor a nuestra bebida predilecta.

Esta semana nos adentramos en el mundo del lúpulo en un viaje por las tierras de León donde se halla cerca del 98% de la producción total del lúpulo en España. Así, vemos que el lúpulo no solo es el ingrediente que aporta personalidad a la bebida, también es el eje en torno al cual gira la economía de una hermosa región: la Ribera del Órbigo.  Una excelente escapada para esta época del año.

Pero empecemos por lo básico:

¿Qué es el lúpulo?

OLYMPUS DIGITAL CAMERAEl lúpulo es una planta trepadora cuyo origen lo encontramos en las tierras de oriente, concretamente en Japón.

Se ha empleado desde hace más de 2.000 años para la fabricación de cerveza debido a su actuación como agente estimulante de la levadura de malteado, su función como conservante natural y su sabor amargo que sirve para equilibrar el dulzor de la malta, dando lugar al sabor y aroma característico de la bebida.

Hoy en día resulta sorprendente imaginar una cerveza sin amargor, pero hasta que empezó a utilizarse el lúpulo, allá por el siglo XI, la cerveza era dulzona y espesa.

La flor del lúpulo, con una forma que recuerda a la de una piña, es también la responsable de su intenso aroma, además de contribuir a la estabilidad de la espuma, esa corola blanca, espesa y consistente, que caracteriza a una cerveza bien servida.

Lúpulo, cerveza y salud

Al margen de su sabor y aroma, el ácido del lúpulo proporciona estabilidad antibacteriana y se ha demostrado que la humulona, presente en los ácidos del lúpulo, inhibe la absorción ósea y por lo tanto ayuda a prevenir la osteoporosis; así mismo la humulona reduce la formación de nuevos vasos sanguíneos evitando la proliferación de tumores y detiene el crecimiento descontrolado de células endoteliales, que aumentan el riesgo cardiovascular.

Por otro lado, los polifenoles, antioxidantes naturales, presentes en el  lúpulo nos protegen de la acción perjudicial de los radicales libres y por tanto ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y el envejecimiento.

León y el cultivo de lúpulo

Contando con una cultura cervecera como la que tenemos en España no es de extrañar que ocupemos el sexto puesto europeo en producción de lúpulo y el décimo a nivel mundial con 33 localidades y 52.000 hectáreas dedicadas a su cultivo.

Como muestra de la estrecha relación entre la historia del lúpulo y León, en la Catedral de León se pueden encontrar unas flores de lúpulo talladas en el friso ornamental.

Es en la provincia de León donde se concentran el mayor número de localidades dedicadas al cultivo de esta planta y es aquí donde nos encontramos con la localidad de Carrizo de la Ribera donde se realiza cada año la Feria del Lúpulo y tiene su sede la Sociedad Española para el Fomento del Lúpulo

Cervecear visitó el año pasado esta localidad para vivir de primera mano la recolección de esta materia prima tan especial y pudimos disfrutar de la calidez de sus gentes y observar de primera mano un proceso de un proceso fascinante, sabedores de que esa cosecha propiciará muchos momentos alrededor de una cerveza durante todo el año.

Os invitamos a despedir el verano y dar la bienvenida al otoño recorriendo este hermoso rincón de España, en torno a Carrizo de la Ribera, y vivir más de cerca el proceso de cultivo y recolección del lúpulo, ingrediente importante de la cerveza y de la vida de muchas familias, a las que recordaremos agradecidos cada vez que saboreemos una buena cerveza.