Afinando la cerveza

Es bien sabida la importancia de la música como elemento sensorial, la cual otorga, a diferencia de otros tipos de arte, una serie de características que mejoran el momento y el contexto. La cerveza no iba a ser una excepción: la American Society of Brewing Chemist aseguraba en un estudio la influencia positiva que causaban las vibraciones y ondas acústicas en el proceso de fermentación de esta, indicando que dependiendo del tipo de cerveza que se quería conseguir, las ondas y vibraciones actuaban de distinta manera: más alto y en periodos muy cortos de tiempo para algunas o con unas sutiles vibraciones más prolongadas.  

Es por ello por lo que decidimos hacernos la siguiente pregunta: si la musicalidad influye en la elaboración de la cerveza dependiendo de su tipo, ¿qué deberíamos escuchar con cada ejemplar?

  • La Pale Lager es el tipo de cerveza más popular en nuestro país con sabor ligero y servida a baja temperatura. Una cerveza de estas características se disfruta mejor con un pop/rock alegre que exprese el disfrute del momento con grupos como Pereza o Taburete.  
  • La I.P.A., por su parte, se caracteriza por su color pálido y un alto contenido en alcohol y lúpulo, lo que le otorga un sabor característico. Nada mejor que un buen Indie para sumergirte en ella de la mano de Zahara o Love of Lesbian.
  • El estilo Mild Ale tiene una cantidad reducida de lúpulo y su característica principal es que se suele servir a media temperatura. Es un tipo de elaboración ligada a la clase obrera británica y, por tanto, nada encaja mejor que un Punk/Rock de grupos como The Clash o The Jam.
  • El Old Ale es la contrapartida: un proceso de elaboración duradero en el que ésta se deja reposar durante un año para conseguir sabores ácidos. Entendemos que se disfrutaría mejor con un tipo de música minimalista con exponentes como Wim Mertens o Ludovico Einaudi.  
  • Por último, la más oscura de todas, la Stout caracterizada por su sabor amargo. Lo más adecuado sería disfrutarla con un Irish folk-rock de la mano de grupos como Dubliners o Chieftains.

En definitiva, la combinación cerveza-música, con moderación, es un dúo que te puede transportar bien a las verdes y antiguas praderas irlandesas hasta las playas calurosas y húmedas del sur español, todo ello en tu paladar y en tus oídos, por que no olvidemos que los mayores placeres de esta vida son sensoriales.  

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