CÓMO SERVIR UNA CERVEZA

Para saborear y disfrutar de una cerveza en toda su plenitud es muy importante saber servirla. Aunque más que de cómo servir una cerveza debemos hablar de cómo “tirar” una cerveza, todo un arte que es sinónimo de calidad profesional. La respuesta es muy simple: con uno o dos dedos de espuma. La espuma protege al líquido y evita que éste se oxide ayudando además a retener y resaltar los aromas y el gusto algo que antiguamente se conseguía utilizando unas tapas que tenían las jarras.

La espuma es una buena señal de que la cerveza está bien estabilizada y cuyo proceso de fermentación se ha completado correctamente. Una buena fermentación debe descomponer los azúcares y el almidón en alcohol y gas carbónico que al desprenderse debe formar la espuma que idealmente debe ser brillante y permanecer en el tiempo antes de desvanecerse, además de dejar también su huella en forma de aros en las paredes del recipiente.

Aunque las jarras de cerámica son piezas muy valoradas por los coleccionistas y son muchos los que beben la cerveza de estos recipientes, es aconsejable utilizar uno de vidrio, cuanto más fino mejor. El cristal nos permitirá apreciar mejor la transparencia de la cerveza, su color, su aroma e incluso su olor. De los envases de vidrio la copa es, sin duda, el mejor ya que se puede coger por el pie evitando así que se caliente la cerveza.