10 cosas (y alguna más) que no sabías sobre la malta de cebada.

¿Sabes cuáles son los tres ingredientes fundamentales a partir de los cuales obtenemos nuestra cerveza? Pues nuestros ingredientes naturales son el agua, la malta de cebada y el lúpulo.

Hace poco te contábamos todo tipo de curiosidades sobre el lúpulo. Y, en esta ocasión, la gran protagonista es la malta de cebada.

¿Qué es la malta de cebada?

La malta de cebada es el segundo imprescindible en la elaboración de la cerveza. Aunque también se utilizan otros cereales como el trigo, el grano de la cebada es la principal fuente de hidratos de carbono para impulsar la fermentación y posee las proteínas necesarias para favorecer el crecimiento de la levadura. Además, su uso está directamente vinculado con la calidad de la bebida, así como al impacto en su sabor, aroma y estabilidad.

El 98% de la cebada que se utiliza en el sector cervecero tiene un origen nacional, concentrándose la mayor parte de la producción en Castilla y León. Además, es la principal fuente de hidratos de carbono que impulsa la fermentación y posee las proteínas necesarias para favorecer el crecimiento de la levadura.

Una vez repasada su empleabilidad en el sector, ¿queréis conocer algunas curiosidades sobre nuestra gran aliada?

  • La cerveza tenía un origen divino. Para los egipcios, la cerveza provenía de Osiris, dios de la agricultura, que introdujo el cultivo de los cereales y enseñó el arte de elaborar cerveza a partir de la cebada. De este modo, los egipcios fueron los primeros en utilizar la malta de cebada cultivada en el Nilo para elaborar la cerveza.
  • La cebada forma parte de la historia de la cerveza desde hace más de 10.000 años. Se tienen noticias de una malta “original” cultivada en una zona que va desde el valle del Éufrates y Tigris (las actuales Siria, Irán e Irak) hasta el norte de África (Marruecos).
  • Los primeros maestros cerveceros eran mujeres. Desde Mesopotamia hasta la Edad Media, las mujeres eran las encargadas de la elaboración del pan y la cerveza en los hogares.
  • La malta de cebada también se llamaba pan-cerveza o pan líquido. Esto es debido a que tanto la cerveza como el pan eran harina fermentada, diferenciándose únicamente en la cantidad de agua. Si en la mezcla había más harina, se elaboraba pan, si por el contrario había más agua, se terminaba elaborando cerveza.
  • El consumo de cebada marcaba el estatus social. Las clases más bajas consumían este cereal debido a que la accesibilidad era mayor, mientras que los de mayor estatus consumían otros cereales como el trigo.
  • El cultivo de nuestros ingredientes naturales llegó en el siglo XVI, de la mano de Carlos V. El emperador estableció una pequeña cervecera en su retiro de Yuste, dirigida por su cervecero personal Enrique van der Duysen, maestro cervecero de Flandes.
  • En España se cultivaron entre 2,4 y 2,5 millones de hectáreas de cebada, según recoge el último Informe Socioeconómico del Sector de la Cerveza en España (2022). Cerca de 770.000 toneladas de cebada se destinaron a la elaboración de malta. La producción de malta fue de casi 550.000 toneladas, alcanzando un valor de más de 300 millones de euros.

Hasta aquí las curiosidades sobre la malta de cebada. ¿Conocíais alguna? ¿Cuál ha sido vuestra favorita? Ahora que sabéis un poquito más sobre este ingrediente tan natural, seguro que disfrutáis aún más de vuestra cerveza con tapa. Y, ahora sí: malteando, que es gerundio.

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