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La dieta mediterránea, patrimonio de la UNESCO
3, 2,1… ¡Dieta Mediterránea! ¿Qué es lo primero que te viene a la mente? ¿Quizá ese recuerdo de tu madre, tía, abuela…diciéndote que para hacerte grande y fuerte necesitabas comer de todo, incluidas esas verduras que tanto detestabas en tu infancia?
Vale, vale, sabemos que las líneas generales las conoces pero hoy vamos a ir más allá. Vamos a contarte lo que nadie sabe sobre la dieta mediterránea y cómo la cerveza marida a la perfección con este estilo de vida.
¡Comenzamos!
¿Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad? Sí, por la UNESCO.
Así es, durante el año 2013 pasó a formar parte de la Lista Representativa por el modo de cultivar, recolectar y preparar los alimentos y su valor de compartirlo con amigos y familia. ¿No te parece una señal indiscutible para practicar más a menudo la sobremesa y organizar reuniones familiares?
El ajo no espanta vampiros, pero sí muchas enfermedades
¿Quién no ha oído alguna vez eso de que si tienes miedo a los vampiros nada como colocar ajo en tu habitación? Más allá de los conocidos “mitos”, también es perfecto para prevenir todo tipo de enfermedades así que, si aún no lo has añadido a tu dieta, ¡ha llegado el momento de hacerlo!
Ensaladas: Sí, siempre y más con la llegada del buen tiempo
Desde las más clásicas con tomate, cebolla, aceitunas y atún a sus variantes con huevo o alimentos más exóticos como el aguacate y la piña. Si te atreves a ir más allá prueba el combo queso más frutos secos. ¡Te aseguramos que la mezcla te va a encantar!
Lentejas: si quieres las comes y si no… ¡mejor hacer que te gusten!
Puede que no sean tu primera opción pero aportan muchos nutrientes y están presentes en muchos platos mediterráneos. Además, son ricas en vitaminas, hierro, proteínas, etc, ¿qué más se puede pedir?
El zumo de naranja aporta energía y ¡te pone de buen humor!
Para desayunar, a media mañana o al llegar del trabajo, nada como un zumo de naranja recién exprimido para activarte.
El trigo, un alimento milenario
¿Sabías que se ha cultivado en la Península Ibérica desde el Neolítico? No es de extrañar que sea uno de los alimentos y cereales fundamentales de la alimentación mediterránea y que muchos otros deriven de él.
Uno de los clásicos: el aceite de oliva.
Es el rey de muchos de los platos que comemos cada día y además, ¿quién no ha desayunado alguna vez tostadas con aceite y tomate? Y si aún no las has probado, ¡corre! No sabes lo que te estás perdiendo, pero aún estás a tiempo de descubrirlo.
Una cervecita, por favor. Pero siempre con moderación.
Y para terminar, como siempre, hemos dejado lo mejor: ¡el binomio cerveza + tapa! ¿Quién no está deseando terminar la larga jornada de trabajo o que llegue el fin de semana para quedar con amigos y familiares a tomarse una cervecita y degustar unas maravillosas patatas bravas o aceitunas? Eso sí, recomendamos consumirla con moderación y siempre acompañada de algo de comer.
Además, ¿sabías que la cerveza es una bebida fermentada como el vino o la sidra? La diferencia reside en que la primera es de origen agrario, se elabora con ingredientes naturales (agua, cebada y lúpulo) y es de baja graduación (4-5% alcohol volumen). ¡Nos sobran razones para elegirla!
Cómo vivir San Patricio como un verdadero #beerlover
El día de San Patricio o St. Patricks Day (como se conoce en inglés) es uno de esos días señalados en el calendario de cualquier amante de la cerveza. Aunque su origen está en Irlanda y las celebraciones son, aún hoy, de carácter reivindicativo, nosotros hemos decidido quedarnos con su versión más festiva.
Así que si de verdad quieres vivir este día como un verdadero #BeerLover (tanto si te quedas en España como si puedes escaparte a Irlanda a disfrutar de los diferentes eventos cerveceros que inundan sus calles) te contamos cómo hacerlo al más puro estilo irlandés:
- Descubre el origen del Día de San Patricio
Puede que alguna vez te hayas preguntado: ¿y qué tiene de especial este día para celebrarlo? Según cuenta la historia San Patricio nació en Escocia y a los 16 años fue raptado por piratas irlandeses que lo vendieron como esclavo. Estuvo 6 años en Irlanda, donde aprendió a hablar el idioma celta, hasta que pudo escaparse a Francia donde se ordenó sacerdote. Con 46 años decidió regresar a Irlanda a evangelizar a sus habitantes. Murió allí el 17 de marzo del año 461, tras tres décadas allí.
- Haz un viaje a Irlanda y descubre una de las fábricas más famosas
Si eres de los afortunados que viajarán en estos días nada como disfrutar del fin de semana en Irlanda. Cork, Dublín…Sus desfiles y la originalidad de las vestimentas de los irlandeses no te dejarán indiferente. Y si además cuentas con tiempo libre, ¿por qué no visitar una de las fábricas de cerveza más famosas en la capital?
- ¿Y si me quedo en España?
Llama a tus amigos, visitad juntos un pub irlandés y mimetizaros. Vale que no estás en Irlanda, pero ¿qué te impide comprarte o hacer tú mismo un outfit para la ocasión? No te olvides del sombrero típico, la ropa de color verde y pinturas para la cara. ¡Y a disfrutar de tu cerveza favorita!
- Para los que buscan planes diferentes
¿Y si buscas vivir este día de manera diferente más allá de quedar a tomarte una cerveza? Estás de enhorabuena porque hay muchos planes que podrás hacer. Ya os hemos hablado con anterioridad de los spas de cerveza y las catas temáticas, pero ¿qué nos decís de un escape room o un concurso de tapas? ¡Como para resistirse!
En Valencia, Zaragoza y Madrid ya está funcionando el primer escape room cervecero. Un juego de ingenio en el que tendrás que trabajar en equipo para conseguir la correcta elaboración de una cerveza muy especial. ¡Tienes 75 minutos y el tiempo corre en tu contra!
Si lo que buscas es un plan “Do It Yourself” te proponemos hacer un concurso/competición de tapas con tus amigos. Escoged un lugar, preparad cada una la tapa que mejor sepáis cocinar (no vale hacer trampa y comprarla en el bar) y a degustarlas todas. ¿Quién preparará la mejor? Además podéis enriquecer todavía más el plan con una cata a ciegas de cerveza. ¿El premio? Ser el ganador de la auténtica insignia #BeerLover.
Si al final os animáis a sumaros a alguno de nuestros planes para celebrar San Patricio, ¡queremos que nos lo contéis!
Dime qué red social te gusta y te diré qué cerveza bebes
Todos tenemos una red social predilecta, esa red social que nos engancha y nos quita horas y horas, ¿cuál es la tuya?
- Facebook. Eres de los de siempre y no te gusta innovar demasiado. Te gusta la tradición, lo que lleva tiempo contigo; si está bien para qué buscar otra, ¿no?. Eres de los que no cambian su Lager Pilsen por nada de este mundo. Te gusta compartirla con tus amigos, en vuestro bar y luego colgar la foto en Facebook. La caña de siempre es tu mejor aliado y para qué engañarnos, ¡a nosotros también nos encanta!
- Twitter. El tweet, ese gran aliado que llega a miles de personas con un solo click. A ti te gusta condensar el contenido en 140 caracteres para que contenga cuanta más información, mejor. Eres de Lager Extra, un tipo de cerveza muy sabrosa, con cuerpo y carácter, pero sobre todo, con mucha personalidad, como tus tweets y los de esos influencers con los que tanto te ríes.
- Instagram. ¡Cómo te gustan los filtros! No sabes si elegir “rise”, “mayfair”, “x-pro II”, “valencia” o “lo-fi”, pero eso sí, cuando tienes que escoger una cerveza lo tienes claro: la cerveza de trigo. Seguro que te gusta por ese color amarillo claro con destellos dorados que te transportan a un universo “vintage” y que parece que tenga varios filtros en uno. Seguro que luego eres de los que suben su foto a Instagram #sinfiltros.
- Tumblr. Si tú eres de ese tipo de personas que se dedica horas y horas a ver gifts animados en Tumblr, a enseñar a todo el mundo los finales de las series que solo se conocen en Estados Unidos o a enviar e-mails a tus compañeros de trabajo con mil tonterías para alegrarles la mañana, lo tuyo está claro: a ti te encanta la cerveza de Abadía. Es un tipo de cerveza sorprendente – como los gifts de tu red social favorita – que mezcla sabores afrutados, lácteos y que además tiene toques de caramelo.
- Youtube. Los vídeos son lo tuyo, odias los anuncios y los youtubers son tus mejores amigos. Te pasas días enteros viendo vídeos de rusos o haciendo tutoriales, y qué mejor que acompañar esas sesiones maratonianas de vídeos de “epic fails” con una armonía de cerveza negra y un brownie de chocolate. Te dejará con la boca abierta, igual que los vídeos que tanto te gustan. ¡Pruébalo!
Bière, Bier, Beer, Birra, Cerveza
¿Os habéis dado cuenta de que los españoles somos los únicos europeos que utilizamos la palabra “cerveza” en vez de un derivado del término “bier”? ¡No! Diréis los más listillos, también utilizamos la palabra “birra”. Es cierto, pero también lo es que sólo la empleamos en un contexto coloquial.
Parece que hasta para el idioma “Spain is different”, pero veamos en profundidad de donde vienen tales diferencias:
Según el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra “cerveza” tiene su origen en el término latino “CERVÊSÏA”. A su vez ésta palabra proviene de los pueblos celtas, en concreto los galos, y está etimológicamente emparentada con el gaélico “coirm” y el vocablo gales “cwrw” (no, aunque parezca raro no ha sido un fallo del teclado).
Otra hipótesis, menos aceptada, es la que defienden los autores de “El libro del amante de la cerveza”, Phillippe Duboë-Laurence y Christian Berger. Según estos escritores, “cervoise” provendría de “cerevisia”, una palabra derivada de “Ceres”, la diosa latina de la tierra y los cereales, y “vis”, la fuerza. Al surgir de una fantasía, muchos filólogos no la toman en serio.
Lo que queda claro es que algo ha tenido que ver el cereal y su raíz “cerealis”. Es lógico ¿no?
Y entonces ¿Por qué bière, bier, birra o beer? Al parecer, hacia principios del siglo XVI, los españoles estábamos adoptando el término cerveza de los franceses, en concreto de la palabra galo-romana “cerevisiae”. Al mismo tiempo, en Francia y el resto de Europa, dejaban de utilizar este vocablo para comenzar a pronunciar “biere”, proveniente del término germánico “bier”. Esta palabra tiene su origen en diversas variantes del verbo latino “bibere”, que como muchos ya sabréis significa beber.
Ni una ni otra
Pero los anteriores no son los únicos vocablos que se han utilizado para designar a nuestra bebida preferida. En muchos países del este de Europa, se usa la palabra “pivo” o derivadas que, aunque a simple vista no parecen tener mucho que ver con los términos anteriores, podría estar relacionada ya que, por ejemplo, el presente del verbo latino “bibere” se dice “bibo”.
En Inglaterra también tienen su propia palabra. El término inglés “ale” proviene del escandinavo “oel” que significa cerveza. Pero aquí hay truco…aunque la palabra de origen “oel” se refiere a todos los tipos de cerveza, el término “ale” sólo se usa para la cerveza de fermentación alta. Y… ¿Cuál es el término para las de fermentación baja? ¡Una caña para quién lo sepa!
¿Sabías que…?
Ya sabéis que la cerveza es una bebida que se inventó hace miles de años. Pero ¡atentos a los siguientes acontecimientos que ocurrieron a lo largo de la historia y que tienen a la cerveza como protagonista!
Los antiguos babilonios fueron los primeros en elaborar cerveza, se lo tomaban tan en serio que a quién realizaba una mala producción… ¡lo arrojaban a ella!
En 1814 en Londres, mucha gente se vio en la misma situación por un accidente. Un tanque que contenía 3.500 barriles de cerveza se rompió originando una ola que fue a parar a una parroquia. Hubo que demoler 2 casas por los destrozos causados.
Que la cerveza corriese a mares no era ningún problema para los vikingos. Tan lejos llegaba su obsesión por ésta bebida que creían que en el paraíso les esperaba una cabra gigante que proporcionaba un chorro infinito de cerveza.
Y es que muchos llevan mal que se les acabe la cerveza. Y si no que se lo digan a los peregrinos de MayFlower que se establecieron en Nueva Inglaterra en lugar de en Virginia – como tenían pensado- porque se quedaron sin su bebida favorito.
¿Creéis que la tradición de tomarse una cerveza después del trabajo es una costumbre actual? Durante la construcción de la Gran Pirámide de Giza los constructores recibían una cerveza diaria como pago. Siglos después, George Washington insistió en que sus soldados recibieran 1 litro al día como recompensa.
Hasta en la política ha tenido su lugar nuestra querida bebida. En 1990 el partido “amantes de la cerveza” presentó candidatos en Rusia y Bielorrusia… ¿Estaría bien un gobierno así, no?
Seguro que si Michael Jackson, autor de El libro de la cerveza, fuese ruso les hubiese votado fue un gran autor y crítico cervecero que ayudó a recuperar el interés por la cerveza en los años 70.
Y es que, como decía Benjamin Franklin… “La cerveza es la prueba de que Dios nos ama y quiere que seamos felices” ¿Tienes alguna duda?
Cervecearte
¿Es la cerveza tan sólo una bebida?
Seguramente habréis visto mil maneras curiosas de hacer arte hoy en día, la imaginación de los artistas no tiene límite. Karen Eland es una pintora norteamericana que pinta retratos y cuadros solo con una mezcla de cerveza y agua. La artista declara que es parecido a pintar con acuarela aunque un poco más complicado, es un trabajo muy preciso porque la cerveza desaparece si se incluye más agua de la debida, lo que hace que cada capa deba cuidarse especialmente para conseguir un buen resultado. Eland, conocida por sus exposiciones en famosos bares y restaurantes, aconseja esta práctica para pasar un buen rato y maravillarse con la mezcla de colores dorados y marrones que dan un aspecto antiguo a las pinturas.
La arquitectura también puede valerse de la cerveza. Concretamente de los botellines de vidrio como material de construcción. El templo budista Wat Pa Maha Chedi Kaew, en la ciudad de Khun Han (Tailandia) es un ejemplo para el reciclaje y la reducción de contaminación. Desde 1984, sus monjes han estado muy concenciados con el medioambiente y por ello decidieron utilizar los botellines usados en su edificio. El proyecto se inició en las celdas de los monjes, pero al poco tiempo, y visto el éxito que tuvo en la comunidad -no dejaban de llevar más y más botellines- se fue extendiendo hasta llegar a construir los 20 edificios que forman actualmente el templo.
Con más de un millón de envases reciclados, han conseguido decorar y sotener paredes, pisos y techos. Además, estos ilustres monjes decidieron no sólo utilizar los envases vacíos sino tambien las chapas a modo de mosaicos decorativos. Toda una maravilla de la bio-constucción que crea un juego de efectos entre transparencia y brillo.
La misma técnica se ha utilizado también en Occidente. En las Vegas se encuentra el que podría ser el edificio más grande del mundo hecho con botellines reciclados: el Royal Pavilion Morrow, construido con más de 50.000 cervezas. Aunque físicamente no se pueden observar los botellines, los ladrillos están formados por un vidrio mezclado con cenizas.
Y es que de la necesidad de reciclar pueden surgir ideas muy originales. ¿A ti que se te ocurre que puedes hacer con un botellín?
La tumba del cervecero egipcio
¿Pues no estaba el otro día el equipo de la Universidad japonesa de Weseda limpiando la entrada de un sepulcro de un funcionario de Amnhotep III y se encuentran con la tumba de un maestro cervecero?
Que sí, que lo ha dicho el Ministerio de Antigüedades de Egipto (porque, por lo visto, en Egipto, hay Ministerio de Antigüedades). El Maestro se llamaba Jusum-Im-Heb, y vivió hace 3.000 años en Luxor.
En su día a día Jusum-Im-Heb elaboraba una cerveza probablemente más espesa y más dulce que la que conocemos nosotros, a la que llamaban hnkt. En el Antiguo Egipto tomaban cerveza tanto los campesinos como los reyes, la utilizaban como ofrenda para los dioses, la incluían en el ajuar de los difuntos, y era de gran importancia tanto en rituales como en algunos procesos medicinales. Todo ello, ojo, que serán conjeturas, pero nos induce a pensar que Jusum-Im-Heb, en Luxor, lo petaba. ¡Que sí! Sería el típico egipcio molón, simpático, con don de gentes… ese del que la gente decía: “¿has visto a Jusum?, que me ha pasado una cosa y quería hablar con él… dile que le espero donde están construyendo los Colosos del Memnón, que así aprovecho y veo cómo van las obras”. Porque además de majete, era necesario. Imprescidible, incluso. Porque Jusum era cervecero.
¿Cómo hacían la cerveza los egipcios?
Básicamente: se hacían hogazas de pan con una masa rica en levadura, se cocían un poco, se desmigaban y se tamizaban con agua dejando que ese líquido fermentase en unas vasijas enormes para ser al final decantado en jarras que se sellaban. En el mismo lugar en que se hacía el pan se hacía la cerveza. Todo ello, ojo, que serán conjeturas, pero nos induce a pensar que lo de la caña con tapa lo pensaron los egipcios. ¡Que sí! Jusum, o algún otro maestro, vería tan cerca el pan y la cerveza que se dijo… “al pan este le ponemos un choricillo encima, salimos ahí a la fresca y nos montamos un aperitivo que ríete tú de los Aztecas”.
Este último dato no debe aceptarse con rigor histórico, lo que sí podemos aseguraros es que la cerveza no es de ahora. Lleva muchos ¡muchos! años acompañando nuestra historia. Desde la Antigua Mesopotamia, el Egipto antiguo (gracias, Jusum), el Mundo Grecorromano… cuántas civilizaciones han disfrutado de nuestro oro líquido. Y cuántas lo seguimos haciendo. ¡Y por muchos años!
El origen del brindis
Ponte que has quedado con tus amigos o tu familia para tomar unas cañas navideñas. Ponte que quieres quedar bien, parecer “alguien leído”. Ponte que alguien propone brindar. ¡Ahora!
Es tu momento. Ataca:
– Chicos, ¿sabéis de dónde viene lo de brindar?
Ohhhh!! (admirativo)
(¡Ojo! ¡que no parezca que te lo has aprendido hoy en la revista de la sala de espera del dentista! Dale un aire natural, “kásual” que dicen los modernos. Sin darte importancia…)
Hay varias teorías al respecto:
- La primera habla de que proviene del siglo IV a.C. Como era usual envenenar al prójimo (fea costumbre) a través de su bebida, se chocaban fuertemente los recipientes para mezclar los líquidos y así asegurarse de que si uno palmaba, palmaban los dos.
- Mucho más bonita es la siguiente teoría: como muestra de confianza en el anfitrión, en un caso como el anterior, se chocaban leve y amistosamente las copas como diciendo: “sé que no vas envenenarme, confío en ti” ¿No es precioso? El sentimiento de confianza en general, no el hecho de confiar en que no te envenen que, entendemos, a día de hoy, no debería pasarte.
- La siguiente teoría sitúa el origen del brindis en el siglo XVI. Es la típica horquilla que le puede bailar a un historiador, sí. La anterior hablaba del S. IV a.C y ésta del S. XVI d.C. 2.000 años arriba o abajo… cosas que pasan. Si te casas con un historiador no tengas en cuenta que no se acuerde exactamente de la fecha de vuestro aniversario. Perdón, decía que la siguiente teoría tiene como motivo la celebración de la victoria en Roma del ejército de Carlos V. Lactancio, caballero mancebo de la corte del Emperador (cuyo título no me queda nada claro, por lo que pensaré que era un señor al que le gustaba mucho la leche) convenció a “el Arcediano del Viso” (de este nombre no te vas a acordar al contarlo, cuenta con ello, así que piensa que es uno que vio el saqueo y di: “Lactancio, un señor al que le gustaba la leche, convenció a uno que pasaba por allí…”) de que Carlos V no tenía culpa de nada porque el saqueo era designio divino, y brindaron todos juntos diciendo “bring d´irs” (“yo te lo ofrezco”)
- ¡Más teorías! La de “se me ha acabado la cerveza”. En las sociedades romana y griega, en sus fiestas, levantaban y chocaban sus copas para que los sirvientes, con el sonido, se dieran por aludidos y las rellenaran. Efectivamente, nuestros referentes en la cultura occidental eran más bien tirando a vaguetes. Lo de levantarnos a pedir con educación la siguiente ronda nos debe venir de otra rama.
- Y la última… brindar es la forma de que participen en el disfrute de la cerveza tus cinco sentidos. Porque el color dorado (“con matices del color de los campos de trigo en Soria al atardecer” que diría mi tía, lo que viene siendo dorado) ya lo ves, el olor a lúpulo, cebada, malta… ya lo hueles, el sabor lo disfrutas, de eso no hay duda, el recipiente lo coges y así haces partícipe al tacto, pero… ¿oírlo? Sí, escuchas las risas y conversaciones que rodean a las cañas y a las tapas, pero brindar hace que integres también el oído en ese momentazo y así, te entregues en cuerpo y alma al rito cervecil.
No sé yo si alguna de estas teorías es estrictamente cierta: los siglos bailan, “bring d´irs” es bávaro y no significa exactamente “yo te lo ofrezco” (no sé si es culpa de Lactancio, que no dominaba la lengua, o de una traducción posterior) (pensaré en que es algo reciente porque a Lactancio le he cogido cariño)… pero sé que todo esto tiene sentido. Porque brindar es demostrar confianza, celebrar u ofrecer algo y hace que el momento cañeo sea redondo.
Y ahora: familia, amigos… (Acaba tu discurso “kásual”. No dejes para mañana un postureo que puedas hacer hoy): levantemos nuestras cañas y brindemos, sabiendo por qué lo hacemos, por los griegos, los romanos, Carlos V y sus secuaces, los historiadores y la paciencia de sus consortes, el bávaro y Soria y por todos los que alguna vez han brindado con motivo o sin él. Porque siempre tengamos algo que celebrar, ofrecer, agradecer. Alguna broma que hacer. Gente con la que tomar una caña. Vosotros. Mi gente. (Cuidado que ahí alguien llora. Manéjalo bien. Sonríe. ¡Les tienes! ¡Ahora mismo te aman, fiera!, ¡sigue!) ¡Por mí, por todos mis compañeros y por mí el primero! (mal. ¿Ves? Te has venido arriba) Por la vida, por disfrutarla, por la cerveza en la mejor compañía (Mírales a los ojos, les has recuperado, sigue mirándoles y cierra esta maravilla que has hecho hoy…)
De cañas con un fiel amigo
Están siempre con nosotros, se alegran cuando vuelves a casa y se entristecen cuando te marchas durante un tiempo, juegan contigo, te hacen compañía y, para qué negarlo, hacen travesuras y pueden ponerte la casa patas arriba, pero, aún así, dan alegría y son uno más de la familia.
Esta semana, les hacemos un homenaje y nos vamos de cañas con los amigos más fieles y más adorables que puede tener una persona: los perros.
Los que tenemos perro sabemos lo bien que sienta y lo relajante que es dar un paseo con nuestro amigo de cuatro patas; aunque a veces no nos apetezca, nos obliga a salir a la calle y caminar un poco. Para mucha gente, sobre todo a partir de cierta edad, el perro juega un papel muy positivo de cara a mantener una vida activa. Puede que un día no nos apetezca salir de casa, pero ¿cómo negarse cuando se nos acercan con la correa en la boca y nos miran con esa carita? Una vez fuera, nuestra salud, nuestro estado de ánimo y nuestra mascota se ven beneficiados por el saludable ejercicio.
¿Y qué ocurre si durante el paseo nos apetece parar a reponer fuerzas? Lo habitual es dejar a nuestra mascota atada fuera del local esperando hasta que salgamos pero hoy queremos hablar de los locales “dog friendly” donde un perro limpio, bien educado y con un amo responsable, es bien recibido. De esta manera, nos permiten unir dos placeres como son pasear a nuestra mascota y encontrarnos con los amigos para compartir unas cervezas y unas tapas.
Muchos bares de España te permiten conciliar estos dos momentos y disfrutar así de la compañía de todos tus amigos, también los caninos. En ellos resulta divertido ver cómo mientras los humanos tienen su tertulia, los perretes organizan la suya particular, ¡y todos tan contentos! Aquí os dejamos algunos ejemplos de locales que podéis encontrar, pero existen muchos más como podréis descubrir en páginas como Sr. Perro que no podéis dejar de visitar si tenéis perro y vivís en la ciudad (no os perdáis la increíble fotogenia de “Colega”, el probador de locales perrunos).
- En Vigo nos encontramos con el Bar Princesa, donde más que un cliente, serás un amigo. Si eres rockero, cervecero y amante de los perros, this is your place.
- En Barcelona está Ale&Hop un bar donde disfrutar del mejor y más variado cerveceo en la mejor compañía.
- En Madrid nos paramos en el Minibar, un lugar acogedor y divertido para tapear y pasar un buen rato.
Si eres además un viajero y tu perro te acompaña en tus aventuras podrás encontrar locales de todo el mundo donde admiten animales en DogFriendly o BringFido y hacer así que él también disfrute de un gran viaje.
Por otra parte, y ya entramos en el mundo de lo “friki” existen curiosos bares perrunos, como el que se ha abierto en Bélgica, que ofrece productos cerveceros caninos como cerveza para perros (sin alcohol y con sabor a carne) y, para acompañar, una tapa de croquetas para perros.
Nos alegra saber que cada vez hay más lugares en los que poder disfrutar buenos momentos en compañía de un animal que nos da tanto y nos pide tan poco.
Aprovechamos para recordaros que un animal no es un juguete y que, como os hemos demostrado, un perro puede formar parte de nuestra vida diaria sin suponer una molestia, siendo, más bien, un miembro más de nuestra pandilla con el que disfrutar de buenos momentos.
¿Os llevaréis de cañas algún día a vuestro fiel amigo?
Anécdotas cerveceras para compartir
Una mañana soleada en una terracita, o una tarde lluviosa en un confortable bar con los amigos, unas cervecitas, risas, una charla relajada… en ocasiones como estas se habla de todo, y de la misma forma que se comparten las tapas, nos gusta compartir las anécdotas.
Y como a nosotros de lo que nos gusta hablar es de cerveza, esta semana queremos darte material para esas reuniones, información curiosa que quizá no conozcas pero que resulta llamativa, como ya hicimos con nuestra entrada Cervezas: un mundo de anécdotas, y así poder completar la frase:
Oye, ¿sabías que…
La cerveza es una bebida de dioses?
La cerveza y la religión han tenido, desde la antigüedad, una relación muy estrecha.
Ya en los tiempos de Babilonia la cerveza se consumía en templos y, una variante de la cerveza, la chicha, en América constituía una ofrenda obligada a los dioses, como se sigue haciendo en algunos templos japoneses.
Era una parte de la dote en Alemania?
Así es, tan importante era la cerveza en algunos lugares de la Alemania de finales de la Edad Media que los útiles para la elaboración de cerveza formaban parte de la dote aportada por las esposas al matrimonio. Además las recién casadas recitaban esta oración al entrar en sus nuevas casas:
Señor nuestro, cuando haga el braceado, ayuda a la cerveza y cuando amase ayuda al pan
Puedo decirte si esto es una stout o una porter sin probarla?
Deja con la boca abierta a tus amigos diciéndoles que lo único que necesitas es una bombilla. Es fácil diferenciar una stout de una porter colocando un vaso lleno ante una bombilla ya que, con la luz la porter adquiere un halo traslúcido ligeramente rojo mientras que la stout permanece totalmente opaca.
La cerveza no existía en América?
Hasta mediados del siglo XVI, cuando los españoles llevan sus fábricas cerveceras allí. Hasta entonces lo que allí tenían era la ya mencionada chicha, fabricada con maíz fermentado por las mujeres. Esta bebida sigue siendo muy común en Latinoamérica.
En Norteamérica la cerveza llegó de la mano de los “peregrinos”, los primeros colonos, que eran de origen británico o centroeuropeo y tenían sus propios métodos y preferencias en la elaboración de esta bebida. Eso, junto con las características del clima, explica las diferencias existentes entre los gustos de los cerveceros del norte (en especial la costa este) y los del sur.
Los antiguos egipcios la bebían caliente?
Lo que hoy en día nos parece un atentado contra la cerveza, en el antiguo Egipto era una práctica común.
La bebían tibia, procedente de la maceración de pan de cebada desmigado en agua, fermentada con zumo de dátiles y aromatizada con comino, jengibre y miel.
Lo de usar la cerveza para cocinar viene de lejos?
Hay muchos documentos que la sitúan como ingrediente de manjares en toda Europa desde hace mucho tiempo atrás aunque el esfuerzo por incorporarla a la mesa haya llegado de la mano de la cocina más sofisticada. Hay que tener en cuenta que en Europa la cerveza ha sido un elemento mucho más abundante que el vino, a diferencia de lo que ocurría en la península ibérica. Hoy en día ambas bebidas fermentadas juegan un papel fundamental en cualquier cocina que se precie.
Bueno, esperamos que estas anécdotas cerveceras os ayuden a sorprender a vuestros amigos en esos momentos de cerveceo que tanto nos gustan. ¿Conocíais alguna de las que os hemos contado? ¿Sabes alguna curiosidad más? ¡Cuéntanosla!