La tumba del cervecero egipcio

¿Pues no estaba el otro día el equipo de la Universidad japonesa de Weseda limpiando la entrada de un sepulcro de un funcionario de Amnhotep III y se encuentran con la tumba de un maestro cervecero?

Que sí, que lo ha dicho el Ministerio de Antigüedades de Egipto (porque, por lo visto, en Egipto, hay Ministerio de Antigüedades). El Maestro se llamaba Jusum-Im-Heb, y vivió hace 3.000 años en Luxor.

En su día a día Jusum-Im-Heb elaboraba una cerveza probablemente más espesa y más dulce que la que conocemos nosotros, a la que llamaban hnkt. En el Antiguo Egipto tomaban cerveza tanto los campesinos como los reyes, la utilizaban como ofrenda para los dioses, la incluían en el ajuar de los difuntos, y era de gran importancia tanto en rituales como en algunos procesos medicinales. Todo ello, ojo, que serán conjeturas, pero nos induce a pensar que Jusum-Im-Heb, en Luxor, lo petaba. ¡Que sí! Sería el típico egipcio molón, simpático, con don de gentes… ese del que la gente decía: “¿has visto a Jusum?, que me ha pasado una cosa y quería hablar con él… dile que le espero donde están construyendo los Colosos del Memnón, que así aprovecho y veo cómo van las obras”. Porque además de majete, era necesario. Imprescidible, incluso. Porque Jusum era cervecero.

¿Cómo hacían la cerveza los egipcios?

Danza de celebración Básicamente: se hacían hogazas de pan con una masa rica en levadura, se cocían un poco, se desmigaban y se tamizaban con agua dejando que ese líquido fermentase en unas vasijas enormes para ser al final decantado en jarras que se sellaban. En el mismo lugar en que se hacía el pan se hacía la cerveza. Todo ello, ojo, que serán conjeturas, pero nos induce a pensar que lo de la caña con tapa lo pensaron los egipcios. ¡Que sí! Jusum, o algún otro maestro, vería tan cerca el pan y la cerveza que se dijo… “al pan este le ponemos un choricillo encima, salimos ahí a la fresca y nos montamos un aperitivo que ríete tú de los Aztecas”.
Este último dato no debe aceptarse con rigor histórico, lo que sí podemos aseguraros es que la cerveza no es de ahora. Lleva muchos ¡muchos! años acompañando nuestra historia. Desde la Antigua Mesopotamia, el Egipto antiguo (gracias, Jusum), el Mundo Grecorromano… cuántas civilizaciones han disfrutado de nuestro oro líquido. Y cuántas lo seguimos haciendo. ¡Y por muchos años!

Es tiempo de cervezas

Lúpulo

Como cada año, a finales de septiembre le damos la bienvenida al otoño y no es tarea fácil porque lo que en realidad nos gustaría a la mayoría es estirar los últimos rayos de sol y con ellos el verano, ¿a que sí?… Sin embargo, esta estación también tiene muchos encantos y uno de ellos está relacionado con nuestra bebida favorita. Y es que a finales de septiembre es la época de recogida del lúpulo, el ingrediente que aporta a la cerveza su característico sabor amargo. Hoy os vamos a contar cómo es este proceso y os daremos un  motivo más para afirmar que en otoño también es tiempo de cervezas.

LA FLOR DEL LÚPULO

Flor de lúpuloLa lupulina es la parte de la flor que se emplea en la elaboración de la cerveza y que le da su característico sabor amargo, además de aportar otras propiedades, antioxidantes fundamentalmente, y contribuye a la estabilidad de su espuma, a la conservación y al frescor de la cerveza.

Para la elaboración de la cerveza sólo se cultivan las flores femeninas y se utilizan antes de que sean cultivadas.

En España se cultivan cuatro variedades, de las que tres se consideran “super amargas” (Nugget, Magnum y Columbus) y una cuarta (Perle) pertenece a la categoría de aromáticas. La práctica totalidad de la producción nacional se cultiva en la comarca del río Órbigo en León.

LA RECOLECCIÓN DEL LÚPULO

Carga del lúpulo

Durante el primer año, la planta del lúpulo sólo requiere un grado suficiente de humedad en el terreno. En el segundo año, en primavera se poda para que empiecen a crecer los nuevos brotes y en la primera quincena de mayo se procede al entutorado, un proceso por el que se seleccionan seis tallos de entre todos los brotes y se desecha el resto. Así la planta acelera su ritmo de crecimiento y alcanza su altura máxima en junio.

SEPARADO Y SECADO DE LA FLOR

Una vez se recoge la cosecha en septiembre, las flores deben procesarse lo antes posible para evitar que se deterioren. En esta fase las flores se separan del resto de material vegetal en pequeñas explotaciones “caseras” donde colabora toda la familia.

Tras el separado, la flor se somete a un proceso de secado, por métodos tradicionales, para quitar el exceso de humedad.

ENTREGA Y CONSERVACIÓN DEL LÚPULO

Lúpulo envasado

Después del secado, el lúpulo se almacena en las instalaciones de la S.A. Española de Fomento del Lúpulo (SAEFL), de la que los cultivadores de la zona de Carrizo de la Ribera son socios. La SAEFL recoge, pesa e identifica el lúpulo de toda la comarca, que será analizado  en un laboratorio en las propias instalaciones. Finalmente, se extrae la lupulina en “pellets” o comprimidos.

Para garantizar las propiedades del extracto del lúpulo, se envasa al vacío y almacena en las propias instalaciones en neveras-almacén.

Y PARA TERMINAR… UN POCO DE HISTORIA

El origen del cultivo del lúpulo se remonta a 4.000 años a.C. El pueblo babilonio ya cultivaba el lúpulo para elaborar una bebida llamada “sikar”. También se cree que era uno de los ingredientes del «soma», bebida sagrada de la India.

En un primer momento el lúpulo era una más del conjunto de hierbas aromatizantes que se utilizaban para dar sabor a la cerveza. Su uso se generalizó en el siglo IX por razones de higiene y de conservación.

La primera prueba de la producción de lúpulo en nuestro país data de la Edad Media. Del siglo XV son las flores de lúpulo talladas en el friso ornamental de la Capilla del apóstol Santiago de la Catedral de León. Actualmente la ribera alta del Órbigo es prácticamente la única zona de España donde se cultiva esta planta

Coleccionismo cervecero (I)

El atractivo de la cerveza ha provocado que en torno al placer de disfrutar de esta bebida haya surgido todo un fenómeno coleccionista. Desde que la cerveza comenzó a comercializarse de forma generalizada, las compañías cerveceras se han esmerado no solo en elaborar las mejores cervezas, también en presentarlas en envases variados y originales con los que sorprender a sus consumidores más exigentes.

Son muchas las piezas que han despertado el interés de los coleccionistas, desde las etiquetas a los propios recipientes, pasando por los posavasos, abridores, insignias, calendarios… pero hoy queremos fijarnos en un objeto en particular, las placas esmaltadas de publicidad. Son las piezas publicitarias que empezaron a fabricarse a finales del siglo XIX  y se popularizaron en los felices y locos años 20, ¿cuándo sino?

Objetos de deseo

El atractivo de estas piezas las ha convertido en auténticos objetos de deseo entre los coleccionistas cerveceros. No es para menos, muchos de los dibujos que las decoraron fueron realizados por destacados cartelistas y diseñadores de la época como Alfons Mucha, Cassandre, Leonetto Cappiello, Charles Loupot, Marcellon, Auzolle y Paul Mohr.


Placa esmaltada publicidadCartel de publicidad de cerveza cruz azul

 


La placa de la discordia 

Placa de la cerveza mezquita con la imagen de un jeque

La enorme popularidad que consiguieron estas piezas tampoco escapó a la polémica. Una placa de la cerveza La Mezquita, elaborada por El Águila, a finales de la década de los sesenta provocó un enorme

revuelo entre la comunidad diplomática musulmana acreditada en España lo interpretó como una falta de consideración a su religión y mostró su protesta ante el Ministerio de Asuntos Exteriores.


La placa de la discordia muestra un jeque árabe con una jarra de cerveza en la mano con el siguiente texto: “El Corán lo prohíbe pero es tan exquisita…”

 

¿Queréis saber cómo se resolvió este incidente?

¡En la próxima entrada lo desvelamos!

 

 

Anécdotas cerveceras para compartir

Una mañana soleada en una terracita, o una tarde lluviosa en un confortable bar con los amigos, unas cervecitas, risas, una charla relajada… en ocasiones como estas se habla de todo, y de la misma forma que se comparten las tapas,  nos gusta compartir las anécdotas.

Y como a nosotros de lo que nos gusta hablar es de cerveza, esta semana queremos darte material para esas reuniones, información curiosa que quizá no conozcas pero que resulta llamativa, como ya hicimos con nuestra entrada Cervezas: un mundo de anécdotas, y así poder completar la frase:

Oye, ¿sabías que…

La cerveza es una bebida de dioses?

La cerveza y la religión han tenido, desde la antigüedad, una relación muy estrecha.

Ya en los tiempos de Babilonia la cerveza se consumía en templos y, una variante de la cerveza, la chicha, en América constituía una ofrenda obligada a los dioses, como se sigue haciendo en algunos templos japoneses.

Aztecas y cerveza

Era una parte de la dote en Alemania?

Así es, tan importante era la cerveza en algunos lugares de la Alemania de finales de la Edad Media que los útiles para la elaboración de cerveza formaban parte de la dote aportada por las esposas al matrimonio. Además las recién casadas recitaban esta oración al entrar en sus nuevas casas:

Señor nuestro, cuando haga el braceado, ayuda a la cerveza y cuando amase ayuda al pan

Puedo decirte si esto es una stout o una porter sin probarla?

Imagen vía Blog Sean y Wonton
Imagen vía Blog Sean y Wonton

Deja con la boca abierta a tus amigos diciéndoles que lo único que necesitas es una bombilla. Es fácil diferenciar una stout de una porter colocando un vaso lleno ante una bombilla ya que, con la luz la porter adquiere un halo traslúcido ligeramente rojo mientras que la stout permanece totalmente opaca.

La cerveza no existía en América?

Hasta mediados del siglo XVI, cuando los españoles llevan sus fábricas cerveceras allí. Hasta entonces lo que allí tenían era la ya mencionada chicha, fabricada con maíz fermentado por las mujeres. Esta bebida sigue siendo muy común en Latinoamérica.

En Norteamérica la cerveza llegó de la mano de los “peregrinos”, los primeros colonos, que eran de origen británico o centroeuropeo y tenían sus propios métodos y preferencias en la elaboración de esta bebida. Eso, junto con las características del clima, explica las diferencias existentes entre los gustos de los cerveceros del norte (en especial la costa este) y los del sur.

Los antiguos egipcios la bebían caliente?

Lo que hoy en día nos parece un atentado contra la cerveza, en el antiguo Egipto era una práctica común.

La bebían tibia, procedente de la maceración de pan de cebada desmigado en agua, fermentada con zumo de dátiles y aromatizada con comino, jengibre y miel.

Lo de usar la cerveza para cocinar viene de lejos?

Hay muchos documentos que la sitúan como ingrediente de manjares en toda Europa desde hace mucho tiempo atrás aunque el esfuerzo por incorporarla a la mesa haya llegado de la mano de la cocina más sofisticada. Hay que tener en cuenta que en Europa la cerveza ha sido un elemento mucho más abundante que el vino, a diferencia de lo que ocurría en la península ibérica. Hoy en día ambas bebidas fermentadas juegan un papel fundamental en cualquier cocina que se precie.

Imagen vía The stone Blog
Imagen vía The stone Blog

Bueno, esperamos que estas anécdotas cerveceras os ayuden a sorprender a vuestros amigos en esos momentos de cerveceo que tanto nos gustan. ¿Conocíais alguna de las que os hemos contado? ¿Sabes alguna curiosidad más? ¡Cuéntanosla!

Cerveza por amor…al arte

La cerveza es compañera del hombre desde que el mundo es mundo. Si el arte es la expresión de su alma, su presente y sus sueños. ¿Cómo iban a estar separadas la historia del arte y la de la cerveza?

e una u otra forma, en todas las etapas de la historia del arte, la cerveza figura como un elemento básico presente en las labores de la vida cotidiana, así como en representaciones de festejos y momentos de alegría. Y es que un brindis con cerveza entre amigos es la mejor forma de dejar de lado las preocupaciones del día a día.

De Egipto al Renacimiento

Retrocedemos en el tiempo. Nos vamos al inicio de las grandes civilizaciones y nos detenemos en el Egipto de los faraones, de las grandiosas esfinges y de la creación de la cerveza como bebida venerada por sus habitantes; un regalo del dios Osiris a los mortales.

No es de extrañar pues, que haya quedado representada para la eternidad en las columnas y paredes de palacios y santuarios.

Damos un salto en el tiempo y nos situamos en la Edad Media.

Las cruzadas traen desde Egipto el sabor de la cebada que entrará en Europa para quedarse. Los monasterios empiezan a elaborar el elixir dorado y así queda reflejado en los documentos gráficos de la época.

Como ya sabéis, a principios del siglo XVI y de la mano de Carlos I llegan a España los maestros cerveceros que devolvieron a nuestro país el gusto por esta bebida. Nuevamente las expresiones artísticas de la época plasman la inseparable relación entre la cerveza y los momentos de celebración del hombre.

Estos son algunos de los ejemplos que nos deja el arte renacentista del ambiente que acompañaba al consumo de cerveza en aquella época:

La cerveza y el arte contemporáneo

El arte contemporáneo toca a nuestra puerta y los nuevos movimientos se abren camino.

Destacan artistas como Manet y el movimiento impresionista en el que los temas de restaurantes, bares y merenderos son muy recurridos. La cerveza es utilizada, además de como acompañante irremplazable de estos momentos, como estrategia para conseguir el tan buscado contraste de colores y luces.

Destacamos obras como:

A finales del siglo XIX surge el movimiento modernista, pragmático y utilitario que es captado por los cerveceros cuando descubren el poder publicitario del grafismo. Esta fusión dará lugar a obras de arte del coleccionismo cervecero de las que ya os hemos hablado en post anteriores.

Otros pintores destacados como Van Gogh, Gaugin o Edward Munch utilizarán también la cerveza para acompañar a los protagonistas de sus paisajes rurales y callejeros con los que pretenden representar el interior de las personas.

Actualmente la cerveza sigue siendo musa de muchos artistas y aparece representada en numerosos comics y novelas gráficas.

Como veis el arte y la cerveza son grandes compañeras unidas por la historia del hombre desde el Antiguo Egipto a nuestros días.

Esperamos que os haya gustado este recorrido por las distintas etapas del arte y que sigáis disfrutando de la cerveza en buena compañía para seguir inspirando obras que reflejen nuestra pasión cervecera.

La cerveza también tiene su ciencia

La cerveza es mucho más que sabor y buenos momentos por eso esta semana queremos mostraros el mundo cervecero desde una perspectiva diferente y poco conocida, a través de la ciencia.

A lo largo de la historia los científicos que han investigado los procesos de elaboración de la cerveza han logrado importantes avances y descubrimientos que han tenido aplicaciones en diferentes campos, entre ellos la medicina. ¿Quieres saber cuáles son?

Te invitamos a hacer un recorrido por la historia que arranca a finales del siglo XIX, la edad de oro de la «ciencia cervecera».

El siglo XIX, un final dorado

A finales del XIX se nota en el aire un tono áureo, un sabor especial, un pensamiento singular. En este momento los científicos empiezan a interesarse por el sector cervecero y sus posibilidades de investigación biológica –no hay que olvidar que la cerveza debe su sabor a un proceso biológico, la fermentación- y arranca una época de grandes avances científicos.

Estos son los hitos principales:

1837

El físico francés Cargniard Latour atribuye el proceso de fermentación a las levaduras.

Charles Cagniard Latour

1879

Ese año marca una fecha clave de la historia moderna de la cerveza. Pasteur publica su famoso libro Études sur la bière  en la que demuestra que la fermentación del mosto de la cerveza se debe a un microorganismo vivo, el  Saccaromyces, una levadura que desdobla el azúcar en alcohol y anhídrido carbónico.

Los trabajos de Pasteur sobre la cerveza evidenciaron la existencia de microorganismos que podían alterar el sabor. Este descubrimiento da pie a una serie de investigaciones que mejorarán de manera importante el proceso de elaboración de la cerveza y marcará un antes y un después también en la historia de la medicina.Louis Pasteur

1880

Carl von Linde patenta en Munich una innovadora máquina frigorífica para la industria cervecera que hará famosas en todo el mundo las lager locales.Carl von Linde

1882

Hansen logra aislar al Saccaromyces abriendo así la vía para el uso de los cultivos puros de levaduras a gran escala.

Este descubrimiento permite controlar las bacterias que desencadenan la fermentación y evitar la acción de agentes nocivos externos. Además, hace posible la elaboración de distintos tipos de cerveza inalterables a través de la selección de levaduras.

Hansen-emil-christian

1897

Los hermanos Büchner descubren que es posible la fermentación sin levadura y demuestran que la fermentación alcohólica se debe a la acción de una enzima llamadas zimasa.

A partir de estos descubrimientos se empiezan a esterilizar las salas de braceado y mejora la higiene en el proceso de elaboración de la cerveza, hitos que sin duda han contribuido a que hoy en día podamos disfrutar de la calidad de nuestras cervezas.

Como veis, nuestra bebida favorita también tiene su lado científico y las investigaciones y descubrimientos que se han dado en torno al mundo cervecero han tenido una gran repercusión.

El rastro de estos descubrimientos ha quedado reflejado en la literatura y las artes plásticas pero eso ya es levadura de otra cerveza que contaremos en futuros post.

Cerveza: un mundo de anécdotas.

La cerveza ha formado parte de la cultura y la vida de gran parte de la humanidad desde hace milenios, lo que ha dado lugar a una gran cantidad de datos y hechos curiosos, muchos de ellos fiel reflejo de los usos y mentalidades de cada época y lugar. Hoy os brindamos una serie de anécdotas cerveceras de aquí y de allá con la que esperamos entreteneros.

Recipientes para todos los gustos

Cueno vikingo para beber cervezaViendo cómo se bebía la cerveza en la antigüedad, podemos decir que tenemos mucha suerte con nuestros vasos y copas de vidrio: los sumerios utilizaban una paja o un hueso vacío para no tragar los elementos en suspensión que llevaba el «pan líquido». Los germanos y los vikingos la bebían en cuernos de bisonte con capacidad para dos o tres litros (el concepto de consumo responsable no estaba muy extendido en aquellos tiempos…) la talla y tamaño del cuerno denotaban la importancia del guerrero. Por cierto, los vikingos auténticos nunca llevaron cuernos en sus cascos, aunque siempre se les represente con ellos.

¡El pantalón no engaña!

Cuenta la tradición que en el norte de Europa los jueces averiguaban cuál era la calidad de la cerveza con la llamada «prueba del pantalón». Los magistrados comenzaban bebiendo unas cuantas jarras, luego derramaban parte de la cerveza en sus bancos de madera y se sentaban encima. Al cabo de una hora intentaban levantarse, y si sus pantalones se habían adherido al banco, era que la cerveza tenía la densidad correcta. De lo contrario, reprendían al cervecero y le ordenaban bajar el precio.

Cerveza en Hispania

El historiador hispano-romano del siglo V, Pablo Orosio, dejó escrito cómo se fabricaba la cerveza en la época del cerco de Numancia (133 a.C.):

«Finalmente los cercados hicieron una salida después de haber bebido copiosamente, no precisamente vino, sino una bebida elaborada artesanalmente a partir del trigo y que ellos llaman Celia, porque ha sido hervida. La fuerza de la germinación se obtiene por fuego, después de haber sido mojado, secado y ligeramente molido el trigo, hirviendo con él distintas hierbas que le dan un sabor austero y un color enervante.»

La primera cervecera de América

Fue fundada en 1544 por el Español Alfonso de Herrera y estaba ubicada a unos trece kilómetros de la aldea de Amecaca, cerca del paso de Cortés. Actualmente es un campo de golf.

En Inglaterra la cerveza jugó con ventaja

Uno de los motivos que fomentaron la gran popularidad de la cerveza en Inglaterra, en detrimento del vino, fue la orden de Isabel I, tambien llamada la Reina Virgen (1533-1603), de arrancar todos los viñedos de la isla para sustituirlos por pastos.

«Beer» vs «Fromage»

¿Qué tiene que ver el queso francés con la cerveza bitter ale inglesa? Pues que ambos productos presentan aproximadamente el mismo número de variedades diferentes. ¡Alrededor de 265!

Ostras, ¡Qué rico!

Hasta la primera mitad del siglo XIX, en las tabernas británicas era muy frecuente ofrecer cerveza porter con una buena ración de ostras. Se trataba de algo habitual y muy económico, al alcance de los obreros. La progresiva disminución de la población de este molusco hizo que pasara a convertirse en un alimento para ricos, pero sigue siendo una combinación deliciosa.

¿Qué significa EUB?

No son las siglas de «¡Eh, una birra!». El sistema EUB (European Units of Bitterness, unidades europeas de amargor) mide la intensidad de amargor de una cerveza. Una cerveza de 10 EUB puede considerarse poco amarga, y muy amarga con 40 EUB.

La catedral del lúpulo

La capilla de Nuestra Señora del Camino en la Catedral de León tiene un friso ornamental de piedra labrada en el que pueden verse unos tallos de lúpulo junto a otros de vid. La coincidencia de estar unos junto a otros demuestra, según algunos estudiosos, las influencias flamencas en Castilla. La capilla fue construida entre los siglos XV y XVI por Juan de Badajoz, El Viejo, coincidiendo con la llegada a España del séquito flamenco de grandes degustadores de cerveza, que acompañaba al mayor de todos: el emperador Carlos I. Hoy León sigue siendo la gran productora de lúpulo en España.

Merecido homenaje

La cervecería U Fleku es la taberna más famosa de Praga. Fue fundada en 1499 y en la pared de la sala de cocción donde se elabora su célebre lager oscura, está escrito: «Dios bendiga a la madre que dé a luz a un maestro cervecero».

Cinco siglos después, no podemos estar más de acuerdo con la frase, ¿verdad?

Taberna U Flku en Praga

 

Un viaje al renacimiento de la cerveza en España

Monasterio de Yuste

Aunque la cerveza nos ha acompañado en esta piel de toro desde tiempo inmemorial, como pudimos ver en la anterior entrada, el renacer de esta bebida en nuestro país está unida a la figura de Carlos I de España (y V de Alemania) y al monasterio de Yuste lugar al que hoy os proponemos viajar desde este blog.

Carlos I, de origen flamenco pero destinado a ser rey de España y emperador, era un gran aficionado a la cerveza, al igual que toda su corte de dignatarios y caballeros traídos de Flandes lo que hizo que la cerveza se convirtiese en una bebida apreciada entre los círculos de poder en el reino más poderoso de su época.

 

Un apetito imperial

Como consumidor de cerveza, a Carlos el «quinto» se le quedaba muy corto… Su sed y su apetito eran tan inmensos como su imperio. Desde luego, no representaba un ejemplo de moderación y consumo responsable, como atestigua Agustín García Simón en su libro «El ocaso del Emperador»:


En el comer ha sido siempre voraz y caprichoso, tan exigente como intemperante. Le Foto de una cerveza de abadía bien tiradaplacen, sobre todo, las empanadas de anguila, que engulle con presura infantil, ingiriéndolas hasta el hartazgo y la indigestión peligrosa. Le seducen las ostras crudas. Le gustan los lenguados, las platijas, las lampreas que le pescan en Sevilla y Portugal […]

Pese a su estado salud, no se priva de guisos salados y muy especiados, bebe ingentes cantidades de cerveza y a los postres le gusta toda clase de golosinas, confituras y melcochas. Luis Quijada da la voz de alarma a Valladolid por este desmán en la comida, recordando a la Corte que encabeza la hija del Emperador que «La gota se cura tapando la boca», contrapunto de una realidad que no hace otra cosa que incitar el desmesurado apetito de Carlos V. 

¡Menos mal que de Carlos I hemos heredado el gusto por esta bebida pero no su ‘apetito imperial’ y hoy disfrutamos de la cerveza dentro de nuestra dieta mediterránea!

La importancia de Yuste en la historia de la cerveza en España

Cuando harto y cansado del mundo, Carlos abdica en favor de su hijo Felipe II, se retira al Monasterio de Yuste allí piensa: «¿Qué mejor lugar que una abadía para elaborar cerveza?». Sus deseos eran órdenes, de manera que hizo instalar una pequeña cervecera dirigida por su cervecero personal, al que desde entonces no le faltó trabajo… Eso significó el principio de una elaboración más cuidada y uniforme del producto, y aunque por el carácter vitivinícola de la España de entonces, la cerveza seguía estando limitada a los círculos nobiliarios, es indudable que se marcó un punto de inflexión en el crecimiento de la afición por la cerveza en nuestro país, hasta el punto de que a finales del s XVI, ya existían varios maestros cerveceros que instalaron las primeras cerveceras, en Madrid y Santander, y se estipulaba que  la bebida debía contener «trigo, cebada, lúpulo, que son los materiales que con ella se hace…»

Aún hoy, esta comarca tiene ecos de la elaboración de aquellas cervezas de abadía elaboradas por los monjes, como podemos ver en esta cata con los protagonistas de «Un país para comérselo».

El monasterio de Yuste

Yuste es el monasterio y casa palacio en el que se alojó y murió Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico tras su abdicación. Se encuentra cerca de la población de Cuacos de Yuste, en la comarca de La Vera, al noreste de la provincia de Cáceres. El convento actual se reconstruyó sobre las ruinas del viejo monasterio que sirvió de residencia al emperador en los dos últimos años de su vida (1556–1558). Fue declarado en 2007 como Patrimonio europeo.

Cuacos y la comarca de La Vera

Desde luego, Carlos I sabía lo que hacía cuando escogió el enclave de su retiro. El monasterio de Yuste se halla en la comarca de la Vera, un paraje en el que la armonía entre la naturaleza, marcada por el agua, y los diferentes núcleos de población, con una arquitectura muy característica, configuran un entorno muy especial.

Un paseo por La Vera podría empezar por Jarandilla de la Vera, para seguir por Villanueva de la Vera, declarada conjunto artístico de interés nacional, disfrutando el entorno de la Sierra de Gredos. Valverde de la Vera, Losar de la Vera y por fin Cuacos de Yuste, y el monasterio, son los hitos de un recorrido que os recomendamos hacer con calma, saboreando cada retazo de historia… y una cerveza de vez en cuando, en recuerdo del emperador más cervecero que se recuerda.

Un viaje a los orígenes de la cerveza

Cueva Can Sadurni
Fuente: http://www.poblesdecatalunya.cat (Foto: Albert Esteves, 2006)

Como ya sabéis, nuestro país ha jugado y juega un papel muy importante en la historia de nuestra bebida favorita; no en vano, en España se han encontrado los hallazgos de cerveza más antiguos del continente. Primero fue en el Valle de Ambrona, enSoria (fechados alrededor de 2.400 a.C.) y después, en la cueva de Can Sadurní, en el Baix Llobregat, que dilatan aún más en el tiempo la relación de los habitantes de la península con la cerveza.

Por supuesto, esa relación está más viva que nunca. Hoy en día, por ejemplo, España es el cuarto productor de cerveza de la Unión Europea, solo por detrás de Alemania, Reino Unido y Polonia, y se encuentra entre los diez primeros del mundo. Además, nuestro consumo per cápita es inferior a la media europea, lo que pone de manifiesto que la cerveza en España se consume de manera responsable y moderada.

Pero lo que queremos proponeros hoy es otro tipo de paseo: una breve ruta por esa fuente primigenia de la cerveza que es la Cueva Can Sadurní.

 

La cueva Sadurni

¿Dónde está?

Dentro del término municipal de Begues, en el Baix Llobregat, a unos 25 kms. al suroeste de la ciudad de Barcelona. De hecho, es el municipio más extenso de la comarca, destacando por un importante patrimonio histórico – artístico. La cueva está situada a unos 450 m. sobre el nivel del mar, en el centro del Macizo del Garraf, dos kilómetros al noroeste del casco urbano.

¿Cómo es?

Se trata de un  importante yacimiento arqueológico del Neolítico Antiguo. Se compone de una terraza exterior de 400 m 2 y una cavidad interior con una superficie aproximada de 200 m2. El Museo de Gavá conserva alguno de los hallazgos efectuados en la cueva.

¿Cuál es su importancia en la historia de la cerveza?

Como decíamos, en ella se han encontrado las evidencias más antiguas de producción y consumo de cerveza en nuestro país. En una

noticia de  El Periódico de Aragón, fechada el 6 de octubre de 2004, podemos leer lo siguiente:

En el yacimiento de Can Sadurní, los arqueólogos han localizado una especie de silos de cebada, molinos y un recipiente cerámico de gran tamaño (50 litros) con restos de cerveza. «Es sorprendente. Creemos que en Can Sadurní no sólo se consumió cerveza hace cinco milenios –son los restos más antiguos localizados hasta ahora en Europa–, sino que posiblemente fue una auténtica factoría», explica el profesor Jordi Juan Tresserras, del Programa de Arqueología de los Alimentos de la misma universidad.

Por su parte, Anna Blasco, Manel Edo y Mª Josefa Villalba firmaban “Evidencias de procesado y consumo de cerveza en la Cueva de Can Sadurní (Begues, Barcelona) durante la prehistoria”, presentado en el IV Congreso del Neolítico Peninsular, celebrado en 2006.

Fuente: Primeros datos sobre la utilización sepulcral de la Cueva de Can Sadurní
(Begues, Baix Llobregat) en el Neolítico Cardial

Los estudios de los microrestos orgánicos han permitido detectar la existencia de bebidas fermentadas como la cerveza en tempranas épocas prehistóricas, en dos momentos bastante distintos: en la Edad del Bronce y en el Neolítico 

Postcardial, lo que supone el hallazgo de los restos más antiguos de cerveza en la Península Ibérica hasta ahora. Por lo que respecta a la fase más antigua, el Neolítico Postcardial, se han hallado restos de malteado de cebada (cereal dominante en el registro arqueobotánico) en dos piezas de molienda y otros indicadores del producto fermentado en el interior de una jarra… Por lo que respecta a la Edad del Bronce, se han hallado evidencias directas de consumo de cerveza en el análisis de los residuos de 2 grandes jarras de base plana que se enmarcan, cronológicamente, en el llamado Bronce Inicial catalán equivalente a un Bronce Medio peninsular.

¿Cómo puedes visitarla?

A través de esta página del Consorcio de Turismo del Baix Llobregat puedes informarte sobre visitas a la Masía de Can Sadurní,

que incluyen visitas a la cueva (que se encuentra a solo 200 metros de ella), siempre bajo reserva. Mientras llega ese momento, en la web de TV3 puedes recuperar el capítulo “Cervesa: aliment liquid” del programa “Quèquicom”, donde también se habla de la cueva (emisión en catalán).

Cómo cargarse una cerveza (I)

Iniciamos aquí una mini serie de posts en los que intentamos señalar algunas prácticas, más o menos comunes, que pueden hacer que la experiencia cervecera no sea todo lo buena que debe ser. No se trata de ser dogmáticos sino más bien de compartir algunas reflexiones.

Cómo cargarse una cerveza, I: No tomándosela en serio.

Las cerveza es una bebida milenaria, con una historia fascinante y unas propiedades nutricionales que hoy ya nadie pone en duda.

Por eso muchas veces nos preguntamos: ¿Cómo se entiende que, siendo una bebida tan importante para nosotros, a veces la tratemos tan mal?

Tal vez por influencia de películas americanas del género «universitarios granujientos y descerebrados», o por el hecho de que la cerveza apenas mancha, la realidad es que en muchas ocasiones, vemos como este preciado líquido es arrojado, proyectado,  desperdiciado o, casi peor, servido de maneras que, aparte de decir más bien poco acerca del buen gusto del usuario, consiguen que la cerveza se consuma completamente desvirtuada. Porque en ese proceso supuestamente divertido de trasvase desde la lata o el grifo hasta nuestro paladar, el paso por tubos de plasticorro, bolsas y gomas consigue que la cerveza se caliente, pierda la espuma y se apropie de sabores extraños que no le corresponden. Los matices que aporta el PVC a la cerveza, digámoslo desde ahora, no son nada agradables.

Aquí podemos ver una pequeña «galería de los horrores cerveceros» que os mostramos con una sola condición: Por favor, nunca lo intenten en casa»

[youtube id=»VXrBowsNFis»]

Tenemos de todo; desde la más inofensiva jarra-calavera, pasando por diferentes dispensadores, como el clásico de gorra para ver los partidos (ojo, la marca que aparece en la foto no tiene culpa de nada), el típico cilindro de plástico con un grifo (cerveza caliente garantizada) o el horroroso combo calavera de plástico-columna vertebral de goma.

De ahí pasamos a cosas más preocupantes, como una pistola de latas que no tiene más aliciente que el de desperdiciar cerveza poniendo tibio al de enfrente o una especie de ruleta rusa que propone una forma de consumo muy alejada de lo que recomendamos en Cervecear como consumo moderado.

Pero si hubiera que elegir un invento que consigue a partes iguales destrozar el disfrute cervecero y revolverte el estómago, nos quedamos con esta colección de depósitos que, adosadas a diferentes alturas de la anatomía y dotadas de un pequeño grifo, se supone que nos sirven para cervecear de forma divertida y original. Aparte del efecto que el calor corporal y el plástico puedan producir en la bebida, el hecho de ingerir un vaso de cerveza servido directamente desde el marsupio de tu colega es algo que necesariamente tiene que dejar huella en tu psique. Y ya ni hablemos en el caso del Freedom Flask

Agradecemos muy sinceramente al fabricante que no haya utilizado cerveza para el vídeo demostrativo…

Como no queremos despedirnos con mal sabor de boca, os recordamos que afortunadamente, estos inventos son propios de usos cerveceros muy alejados del patrón mediterráneo, mucho más moderado y menos extremo. Aquí nos gusta saborear una caña fresquita, con su tapa y en compañía de buenos amigos, como las que vemos en la foto.

Esperamos haberos entretenido con estos ejemplos negativos. Volveremos en la próxima entrega de: «Como cargarse una cerveza»