Aprovecha mientras queden días de invierno para probar esas cervezas que durante el verano se te resisten y que, acompañadas del calorcito de una chimenea, y en la mejor compañía convertirán cada momento compartido en único.

¡Nosotros lo tenemos claro! El invierno es esa época del año en la que apostar por cervezas oscuras y tostadas (las rubias pueden esperarnos para disfrutarlas en una terracita al sol), de estilos como Stout, Porter, Strong Ale, Double Bock o alguna IPA especial.

Algunos ejemplos son la Pumpkin Tzar. Una cerveza densa, sedosa, con notas de chocolate negro y frutos secos y un toque ahumado inconfundible. Te sorprenderá su final picante y lleno de sabor.

Si lo que buscas es una cerveza muy muy oscura que pueda acompañar a la perfección cualquier postre (¡como una buena tarta de chocolate!) decántate por una Dark Matter. No podrás resistirte a sus notas a café y frutas negras.

Durante esta época tampoco debemos olvidarnos de las ediciones especiales de Navidad (sí, podemos seguir disfrutándolas) y no se nos ocurre un maridaje mejor que el fuego de una chimenea con especias como el jengibre, el clavo o la canela con una buena película y algo de picoteo.

Y si eres más de cervezas tostadas, la Winter Ale seguro que te encantará. Su sabor a caramelo la convierte en la opción perfecta para las cenas con tus amigos. Y como última recomendación nos quedaríamos con una Picante (porque sí, porque tiene todos esos sabores e ingredientes invernales a los que no sabemos ni debemos decir no).

Y para ti, ¿cuál es esa cerveza con la que poner el broche de oro al invierno?