Cómo servir la cerveza perfecta

¿Cómo se sirve la cerveza perfecta? ¿Hay una fórmula para que quede siempre igual? Todos hemos escuchado todo tipo de consejos como mojar antes el vaso, inclinar la copa hasta haberla llenado a la mitad o tirarla la cerveza desde cierta distancia, así como cuál es la temperatura perfecta o cuanta espuma es la ideal. ¡Hoy os contamos las claves para una cerveza perfecta! Lo primero será como mantener la cerveza hasta el momento de ser servida, después la selección de vaso o copa ideal y finalmente la técnica al tirar esa ansiada caña para disfrutar en una terraza con amigos.

A la hora de mantener la cerveza hay que protegerla de tres factores principales, luz, agua y olores agresivos. Una exposición excesiva tanto a luz natural o artificial puede provocar que la cerveza pierda alguna de sus características básicas, como sabor, color o aroma. Aunque almacenar los tercios o botellines en agua puede parecer una buena idea para mantener su temperatura puede estropear la etiqueta, lo que estropeará la presentación, provocar la aparición de moho y oxidar la chapa. Si la cerveza está en barril también deberemos tener cuidado con cómo lo movemos, evitando golpes excesivos.

La elección del recipiente donde servir la cerveza dependerá de la zona donde se sirva; por ejemplo, en el País Vasco es habitual servirla en el vaso de los zuritos, bajo y ancho, en Madrid y Andalucía en vaso de caña y en Asturias en vaso de sidra. A pesar de lo habitual en cada región, lo ideal es servir la cerveza en copa ya que permite cogerla por la caña y evitar que se caliente y siempre que podamos elegir un recipiente con el cristal fino, ya que facilita apreciar la bebida y es más agradable a la hora de beber. La elección de la forma del recipiente también depende de las características de la cerveza que se va a servir. Las cervezas más ligeras se sirven en recipientes más estrechos, conservando mejor los aromas, las cervezas con más cuerpo o más tueste requieren recipientes con boca más ancha que faciliten la oxigenación.

A la hora de servir la cerveza. En España tomamos la cerveza bien fresca, con una temperatura que oscila entre los 5 y 10 grados centígrados dependiendo de la cerveza que sea, en un recipiente idealmente frío, pero nunca escarchado, ya que la capa de hielo modifica el aroma y evita la formación de espuma. La capa de espuma se recomienda que sea entre 1,5 y 2 centímetros. Para tirar la cerveza deberemos colocar la copa o vaso bajo el caño con una inclinación de 45 grados y de 10 a 20 centímetros de distancia del caño, enderezaremos el vaso una vez se hayan llenado ¾ partes de este y cortaremos el grifo cuando queden unos dos centímetros hasta el borde. Si deseamos una espuma con un aspecto más compacto si se sirve de botella o cremoso si se sirve de grifo este proceso se tiene que realizar en varios tirajes.

Dicho esto, quienes mejor saben servir una cerveza son los profesionales de la hostelería, donde tanto nos gusta disfrutarla. ¡Qué mejor manera de disfrutar de una caña bien tirada que en un bar con amigos! Y recuerda, siempre con moderación y respetando las medidas anticovid.

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