¿Qué hace que la producción de cerveza sea ecológicamente sostenible?

España es intrínsecamente una nación cervecera, de acuerdo con el Informe World Beer Index 2021. Nuestro país es el segundo mayor consumidor de cerveza per cápita en el mundo y el segundo productor a nivel europeo. La cerveza en sí es un símbolo de enorme valor en la cultura española y también en nuestra industria. Ahora que todos los sectores hacen un esfuerzo por orientarse hacia una sostenibilidad eficiente, cabe preguntarse si el cervecero también lo es. La respuesta es simple: sí y, de hecho, el sector cervecero español es de los más sostenibles del mundo, pero ¿ qué es lo que hace que esta industria nacional sea tan “verde”?

Una de las primeras respuestas tiene que ver con el consumo de agua que se emplea para producir cerveza. De este modo, para conseguir un litro de cerveza en España, se consumen de media entre 3 y 5 litros de agua. Esto, en comparación de los 600 litros necesarios para un litro de zumo de naranja, los 800 del vino, o los 1100 para el café, es una huella hidráulica extremadamente positiva para una industria del tamaño de la española. No solo eso, sino que, además, el sector trabaja en reducir continuamente esta cifra.

Sobre el packaging se ha hablado mucho, ya que conseguir una circularidad en los envases y hacerlos realmente sostenibles trae consigo muchas implicaciones y dificultades técnicas para un producto delicado como es la cerveza. Por eso, la industria cervecera española comercializa cerca de un 80% de su volumen de ventas en hostelería en envases que pueden reutilizarse de nuevo.

Finalmente, podemos considerar el uso de la energía y la huella de carbono que deja la producción de cerveza en España; más del 92.4% de la electricidad consumida por la industria cervecera durante la producción es de origen renovable y un 10% de la energía térmica consumida en producción es generada a partir de fuentes renovables.

Todos estos desarrollos son indicativos de una tendencia positiva en la industria para alcanzar el residuo cero en la producción cervecera antes de la próxima década, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. A partir de ahora, todo lo que parece necesario para mantener esta tendencia, y asegurar futuros desarrollos, es la existencia de la demanda cervecera española, y priorizar desarrollos que minimicen la ratio de emisiones de gases de efecto invernadero durante el proceso de producción.


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