Setas y cerveza, el must gastronómico del otoño
Para todo hay una primera vez. Puede ir mejor, peor, gustar más o gustar menos, pero lo importante es lanzarse. Eso es lo que te proponemos este fin de semana, que te lances… ¡a recolectar setas!
Salir a cenar con los amigos durante estos meses significa saborear la mejor tapa de setas cocinada como solo tu hostelhéroe sabe. Pero si tanto te gusta este manjar, ¿porque no aprovechar este otoño para introducirse montaña adentro y recolectarlas? Será la excusa perfecta para organizar, a posteriori, una cena con amigos y hacer una cata de cervezas maridadas con hongos.
Así que antes de lanzarse con todas las ganas y la buena voluntad del mundo es mejor tener en cuenta una serie de consejos para terminar la primera jornada de recolección con éxito.
Lo primero que hay que hacer es tener en cuenta dónde vas a ir de excursión porque las setas son un manjar muy exquisito y no crecen en todos los sitios. Robelo de Chavela en Ávila, la comarca del Berguedà en Cataluña o Altube en Álava son tres destinos idóneos para pasar un día entre setas y amigos. También es importante navegar a través Google o, si eres más tradicional, ir a la biblioteca del barrio y sacar una guía para no llevarte a casa setas que no debías.
Antes de salir de casa es obligatorio calzarse las botas de montaña y enfundarse el polar, que han bajado las temperaturas y algunos ya se han constipado. Indispensable también es una navaja y una cesta. ¿Por qué? Porque no somos los únicos que queremos disfrutar de este placer, para que el año que viene vuelvan a crecer hay que cortar las setas enteras con un cuchillo. Y la cesta de mimbre, que te encanta pero que nunca has usado, servirá para conservar las setas hasta llegar a casa. Por supuesto, también te ayudará a quitarte, sólo un poco, la pinta de novato y hacerte respetar entre los experimentados “cazadores de setas”.
Pero la jornada no acaba aquí, la recolección termina en la mesa de un bar, con los amigos, compartiendo unas deliciosas setas a la plancha, con carne o pescado y, claro está, con unas cervezas para celebrar que ha sido la primera vez que te lanzas a recolectar setas pero ni mucho menos será la última.