SIETE FORMAS DE CERVECEAR EN EL MUNDIAL:

1. Con tus compañeros de trabajo mientras haces una porra. Ese momento en el que te llega un e-mail bomba con el asunto: “vuelve la porra” y te empiezan a venir resultados a la cabeza, si apostar o no… Al final todos caemos y cómo nos gusta. Sabemos que algunos partidos los veremos juntos, otros ni los veremos porque estaremos trabajando cuando se emitan pero lo que es seguro es que al final del Mundial celebraremos los resultados y el ganador de la porra nos invitará a todos a una cerveza en el bar de “Juan” (cada uno tiene su Juan particular, ya lo sabéis).

2. Con tus amigos de toda la vida en vuestro bar. ¿Para qué cambiar las costumbres? Sabéis lo que os gusta y dónde os gusta. No tenéis problemas para elegir el bar al que ir, con vuestro camarero que sabe lo que queréis y cómo lo queréis. Más no se puede pedir.

3. En una terraza con una gran pantalla. Cierra los ojos y ponte en situación: una plaza, una gran pantalla, varios bares alrededor y cientos de personas animando a la Roja. Nos gusta a todos. Si no lo sueles hacer, busca tu placita, repetirás.

4. Con ese alguien especial “que acabas de conocer”. Todos hemos pasado por esas primeras citas en las que no sabes muy bien los gustos de la otra persona y te lanzas a lo que sea. Ten claro que el Mundial es una buena excusa para tomaros una cerveza juntos y hablar de hablar del paradón de Casillas o la jugada de Iniesta (por cierto, Andrés, vuelve a hacernos felices este año). Como diría Simeone, “igual partido a partido…”.

5. En familia, con tus hijos y tus padres. En tu casa es tradición vivir los partidos todos juntos, lo lleváis en la sangre. Os vestís con vuestras mejores galas y bajáis al bar en el que tu abuelo también veía los mundiales y eurocopas cuando España no pasaba de cuartos ;). Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Tus hijos también se lo inculcarán a los suyos. Porque las tradiciones hay que mantenerlas.

6. En el nuevo bar que han abierto en la esquina. Dudas durante unos días, está todo repleto de carteles con información del Mundial, pero al final decides ir por primera vez para la ocasión y no te defrauda. El camarero majete te pone tu cerveza con una tapa buenísima, la TV se ve desde mil ángulos diferentes y tus amigos encantados. Vuelves, para ver los cuartos, vuelves.

7. En el bar del hotel. Ni de viaje, ni trabajando, te pierdes un partido de la Roja. Eres de esos fieles seguidores que aunque estés solo en un hotel después de un largo día de reuniones, tienes que ver ese partido que nos dará el pase a semis. Reconócelo, incluso hablas con los que están como tú y ¿cuántos amigos habrán salido de esa cervecita celebrando el gol de Iniesta? Ver los partidos en el bar del hotel unen, y lo sabes.