La cerveza, mejor con «Friends»

Cómo conocí vuestra madre

Una buena manera de relajarse y huir de la rutina es ocupar tu tiempo libre con las grandes historias que las series de moda nos ofrecen. Si eres un serieadicto, pasarás gran parte de tu tiempo libre frente a la televisión o el ordenador y… esto da sed, ¿verdad? Tranquilo, hoy te proponemos las mejores cervezas para acompañar algunas de las series del momento (¡y sin spoilers!).

 

Una cerveza ligera para las sitcom

Las comedias como Big Bang TheoryComo Conocí a Vuestra Madre o Modern Family pegan con una cerveza refrescante para tomar entre carcajadas. Las cervezas de baja fermentación son las compañeras ideales para beber durante estas series. La cerveza tipo Lager Pilsen es bastante ligera, lo que la hace perfecta para la corta duración de los capítulos de comedia. Además, el color rubio dorado con reflejos brillantes que suelen tener combina muy bien con el tono alegre de este tipo de historias.

 

Una de cal y otra de Lager especial 

¿Buscas historias que tengan drama y comedia a la vez? si es así, Orange Is The New Black es tu serie. Y hablando de equilibrio, una buena opción es la lager especial, que combina el sabor a malta con los amargos del lúpulo.

 

Sabores frutales y personajes dulces

Si te gustan los personajes un poco ingenuos como Jess de New Girl, te gustarán las cervezas con un sabor más afrutado, como las de trigo. Esta variedad suele tener una espuma abundante y un postgusto largo, como largos (y turbulentos) son los romances de The Client List o Hart of Dixie.

 

Vuelta al pasado

Para los amantes de las historias de época como Downton Abbey o The Paradise recomendamos las cervezas denominadas “De Abadía” elaboradas como lo hacían los monjes en el interior de monasterios. Los sabores afrutados de éste tipo de cervezas donde destacan los lácteos, la manzana y los toques a caramelo te harán sentirte como un verdadero caballero o una elegante dama de época.

 

Una negra para los más valientes

Igual que ocurre con las variedades de cerveza, existen series para todos, hasta para los que disfrutan con las historias más fuertes como las de Juego de Tronos, American Horror Story y Black Mirror. Como no podría ser de otra manera para las historias más oscuras, una cerveza negra tipo Stout es la compañera perfecta. Los aromas a café y sus robustas espumas las hacen ideales para digerir las fuertes escenas a las que nos tienen acostumbrados en éste tipo de series.
Así que ya sabes, ya seas de los Stark o de los Lannister, siempre habrá una variedad de cerveza adecuada para ti.

Cervecear contra viento y marea

Hace días que parece que la lluvia, el viento y las olas son nuestro mejor amigo. Por nosotros nos quedábamos en casa, sofá y manta, pero claro… parece que la cosa no va a ser de un solo día sino que se va a alargar. Y decimos nosotros, ¿qué hacemos encerrados en casa todos estos días? Algo habrá qué hacer, ¿no?

Si nos ponemos a pensar en los que viven en el norte, allí llueve más a menudo… pero salen de

¿Lluvia o cerveza?
Fuente: www.kilo943.com

cañas, de pinchos y de lo que sea,con lluvia, con truenos o hasta con nieve. Pero claro… vas bajando hacia el sur y te encuentras que la gente no está acostumbrada a salir de casa cuando cae un poco de lluvia. Venga chicos, nosotros os animamos a salir, a ser fuertes, a disfrutar de nuestra cañita contra viento y marea, seas del norte, del sur, del este o del oeste, ¡incluso de las islas! Porque mal de muchos, consuelo de tontos pero ¡cómo nos alegra el momento cerveza, rodeado de amigos contando batallitas y poniéndonos al día de esa semana agotadora y pasada por agua! Claro, si nos quedamos en casa, difícil. Si nos quedamos en casa, vamos a seguir pensando en cuánto llueve, qué frío hace y qué ganas de que llegue ya el verano.

Llegará, tiempo al tiempo, también llegará la primavera, sus terracitas… Basta, a lo que íbamos que se nos va el santo al cielo y nos plantamos en mayo en un momento.

  • Que estamos en febrero, sí, somos conscientes.
  • Que hace frío, sí, también lo sabemos
  • Que nos quedaríamos días y días en casa bajo la manta y con una buena peli, también estamos de acuerdo.
  • Que una caña, con sus patatas y buena compañía apetece en cualquier sitio y a cualquier hora, por supuesto.

Y vosotros, ¿con qué os quedáis?

Nuestra recomendación es que pongáis “al mal tiempo, buena caña” y que salgáis a la calle a aprovechar el tiempo.

Gracias, cerveza

Por ti, cerveza

Grandes virtudes las tuyas, cerveza, ¡como para no estar agradecidos!:

Reúnes a gente con una excusa perfecta: ¿Unas cañitas y nos vemos?

Acompañas a las conversaciones, ¿Qué harías con las manos si no existiera mientras tus amigos te cuentan sus historias? ¿En el regazo? Uy qué sosada…

Combates la soledad. Porque no hay quien te diga que no a unas cañas. Eso es así.

Incrementas la capacidad de hablar lenguas. No sé si lo habéis probado, pero cuando estás de cañas y se te acerca a preguntar cualquier cosa un extranjero, así, de repente, ¡sabes idiomas! El ambiente distendido, estar en tu salsa, es lo que tiene…

Armonizas a la perfección con taaaaantas comidas:

    • Sushi, por ejemplo. ¿A que no te lo imaginabas? Pues la salsa de soja y el wasabi picante contrastan a la perfección con una cerveza lager o de trigo

Porque es tenerte en la mano y saber de política, de economía… ¡estábamos de cañas el otro día con mi abuelo y me habló del Dow Jones!  ¡que ha habido una leve subida, me dice! Haber leído el periódico por la mañana e ir de cañas con tus amigos sin contarles algo de lo que has leído es impensable.

Organizas ideas. Ningún speech luce tanto como el que das en un bar con tus amigos. ¡Qué argumentos! ¡qué majestuosidad en la entonación! ¡cuánto te quieres cuando te metes en la cama y te dices a ti mism@: “oye, qué bien he estado”! Porque cuando estás a gusto, entre los tuyos, todo sale mejor.

Retrasas el envejecimiento, ¿por qué?, porque…

Te hace reír. Si estás de cañas, no sé, un ejemplo, dos horitas, con tus amigos y no te ríes… ufff… afiuuu…  ¿cómo decirte? maaaaaadre mía… háztelo mirar.

Obligas a quedar. Porque a poquito que dos amigos planifiquen unas cañas y tú te enteres… no intentes engañarte… tienes que ir.

Distraes. En el curro estás pendiente del limpiador de las ventanas, de a qué hora ha pasado, todavía son las 10, que si esa bombilla hace días que parpadea, de si la becaria se levanta para llenar la botella de agua, todavía son las 10… ¿pero de cañas? De cañas desde el ¡hombre, Juan, cuánto tiempo! Hasta el ¡venga, a ver si nos vemos pronto! Dos horas más tarde pasan, exactamente, 3 minutos cerebrales.

Oxigenas el alma. Qué bonito. Porque salir del curro e irte a tomar una cervecita con los del departamento y poner a parir a la jefa no es sino la fotosíntesis de tu salud mental.

Combates la rutina. ¿Un martes de cañas? La idea perfecta.

Haces que conozca gente.

Incitas a la alegría, a la conversación, al jejeje e incluso al jajaja.

Calmas mi sed.

Animas a disfrutar.

Sobre todo. Ante todo. Y sin ánimo de resultar soeces, pero… Es que estás muy buena, hija.
De verdad… ¡Gracias!

Algo se muere en el alma, cuando un cervecero se va

Cuando un cervecero se va

Los últimos ya se han tenido que volver a ir, no se podían alargar más las vacaciones. Todos sabíamos que el momento iba a llegar, ¡lo sabíamos!, pero de ahí a que no de penilla… que si un amigo vuelve a Londres, otro a Mannheim, otro a Edimburgo… mezcla globalización y crisis y prepárate para ver a tus amigos esparcidos como tropas del Risk.

Y nosotros que llevábamos todos estos días quedando para tomar unas cañas… pensamos: ¿allí saldrá a tomar algo con los amigos como aquí? Porque ellos te cuentan que tienen también a su gente, incluso vas a verles y les conoces, o les cotilleas el Facebook y les pones cara, pero allí las cañas no son lo mismo. Eso seguro.

  • Abroad no les ponen aceitunas y les dejan echar el hueso al suelo en el espacio entre la barra y el… el… ¿reposapiés? ¿para qué sirve esa barra dorada?
  • Abroad no pueden llamar “jefe” al dueño del bar, porque quedaría raro
  • Abroad no se toman unas cañas el martes al salir del curro
  • Abroad no tienen servilletas en las que ponga “gracias por su visita”. Esas servilletas que ni absorben ni limpian “ni ná”, pero agradecen, y eso es bonito.
  • Abroad no quedan de cañas con sus colegas de toda la vida. Sólo hace falta ver las fotos. Quedan con un sueco, un alemán, un chino (siempre tiene que haber un chino), ¡y eso es un lujo auténtico! Porque conocen otras culturas, aprenden otros idiomas… pero no pueden estar de cañas e imitar a Chiquito, porque el chino fliparía, o hacer alguna broma de ‘Una altra cosa’ o de ‘Vaya semanita’. Aquí tiene sentido, pero allí…

Y lo definitivo:

  • Abroad no hay tapa. Y eso es muy duro. Dramático, incluso. Nada. Ni un platico con su Cerveceo a la españolapaellita, ni unos sandwichitos, ni unas patatitas. Nada. ¡Unos cacahuetes! No. Nada.

Por eso, estudiantes, trabajadores, turistas… españoles por el mundo en general; aquí va nuestro consejo: no renunciéis a lo bueno. No dejéis de proponer quedar a tomar unas cañas con cualquier excusa, que todos los días haya algo que celebrar. Llevaos la tapa. No hace falta que llevéis al pub un tupper de pulpo a la gallega, pero ¿unas patatillas? Que la alegría impere en vuestras quedadas, que no falte la tertulia.

Y, sobre todo, que volvamos a vernos pronto, con una caña en la mano, y que sólo se note el paso del tiempo en nuestras conversaciones en que tenemos nuevas anécdotas que contarnos para poder disfrutar como siempre.

Propósito de año nuevo: empezar a cumplir los propósitos de año nuevo

propósitos de año nuevo

“Todo parece imposible hasta que se hace”  Nelson Mandela

¡Ojo! Que está fenomenal esto de empezar el año poniéndose metas. Fenomenal. El gimnasio. Fenomenal. Las clases de inglés. Fenomenal. “De este año no pasa: me planto delante de mi jefe y le digo que esto no puede seguir así y que…”. Aham… Fenomenal. Pero os proponemos un nuevo objetivo, no para sumar a la lista, sino para llevar a cabo: cumplirlos. No se trata de enloquecer, sino de buscar propósitos asequibles y que la alegría de cumplirlos nos impulse a ir a por el siguiente. Por ejemplo:

Esas cañas pendientes con ese grupo al que no ves:
Toma las riendas. Haz un doodle para ver qué fechas le vienen bien a cada uno. Margen de un mes, más no (que nos conocemos). “Oooohhh… todos podemos el jueves 16 menos Lara Hernández…” Dos opciones:

  • Nada, chicos, lo dejamos para otro día en que podamos todos.

Asúmelo. Ese día no va a llegar. Porque cuando Lara Hernández no tenga dentista será Lupe la que tenga muchísimo trabajo o Felipe el que tenga que poner lavadoras. Eso es así. Esta opción es, por lo tanto, repite con nosotros: incorrecta.

  • Bueno, pues quedamos los que estamos y que Lara se sume a la próxima.

Eso es. Muy bien. ¡Lo tienes! Pon tú el bar, que si no te digo yo que pierdes a alguno que otro durante el proceso de decisión: “Genial. Nos vemos entonces el 16 a las 20:00 en la Plaza Mayor para ir al Bar Quito. El que llegue tarde que llame y le mandamos ubicación”
Esta opción es, sí, efectivamente, todos juntos: correcta.

Si Lara Hernández os pone algún problema (sea quien sea vuestra Lara Hernández), reenviadle este post. Sabrá entenderlo.

Entrégate a la acción, deja de pensar en qué quieres cambiar y ¡cámbialo! Busca un bar en el que se haga tándem con alguien que hable otro idioma para tomar unas cañas y unas tapas mientras habláis de cine, o música o… ¡lo que sea! Así practicarás idiomas de forma divertida. ¿Que quieres hacer ejercicio pero sólo te da pereza y el gimnasio no es lo tuyo? Busca en Facebook el grupo Beer Runners de tu ciudad y queda con ellos para correr un rato y luego tomar una cervecita. Tooooodos los maridajes que os hemos propuesto en este blog, sin ir más lejos, ¡pruébalos! ¿Siempre has querido tener un bar en la zona en la que vives ahora en la que te pregunten: “¿qué va a ser? ¿lo de siempre?” pues búscalo. Habla con el dueño o camarero, apréndete su nombre, cuídale, ¡pero hazlo!
El que sea. Sea el propósito que sea el que te hayas marcado: ¡hazlo! “No, es que… hasta que no pasen Reyes, no tiene sentido porque…” Repite con nosotros otra vez, por favor: incorrecto. ¡A por ello! ¡A por el 2014! ¡Con alegría! Haz que este año sea un gran año. Nosotros esperamos y confiamos en que así sea.

El origen del brindis

Brindis con cerveza

Ponte que has quedado con tus amigos o tu familia para tomar unas cañas navideñas. Ponte que quieres quedar bien, parecer “alguien leído”. Ponte que alguien propone brindar. ¡Ahora!

Es tu momento. Ataca:

– Chicos, ¿sabéis de dónde viene lo de brindar?

Ohhhh!! (admirativo)

(¡Ojo! ¡que no parezca que te lo has aprendido hoy en la revista de la sala de espera del dentista! Dale un aire natural, “kásual” que dicen los modernos. Sin darte importancia…)

Hay varias teorías al respecto:

  • La primera habla de que proviene del siglo IV a.C. Como era usual envenenar al prójimo (fea costumbre) a través de su bebida, se chocaban fuertemente los recipientes para mezclar los líquidos y así asegurarse de que si uno palmaba, palmaban los dos.
  • Mucho más bonita es la siguiente teoría: como muestra de confianza en el anfitrión, en un caso como el anterior, se chocaban leve y amistosamente las copas como diciendo: “sé que no vas envenenarme, confío en ti” ¿No es precioso? El sentimiento de confianza en general, no el hecho de confiar en que no te envenen que, entendemos, a día de hoy, no debería pasarte.
  • La siguiente teoría sitúa el origen del brindis en el siglo XVI. Es la típica horquilla que le puede bailar a un historiador, sí. La anterior hablaba del S. IV a.C y ésta del S. XVI d.C. 2.000 años arriba o abajo… cosas que pasan. Si te casas con un historiador no tengas en cuenta que no se acuerde exactamente de la fecha de vuestro aniversario. Perdón, decía que la siguiente teoría tiene como motivo la celebración de la victoria en Roma del ejército de Carlos V. Lactancio, caballero mancebo de la corte del Emperador (cuyo título no me queda nada claro, por lo que pensaré que era un señor al que le gustaba mucho la leche) convenció a “el Arcediano del Viso” (de este nombre no te vas a acordar al contarlo, cuenta con ello, así que piensa que es uno que vio el saqueo y di: “Lactancio, un señor al que le gustaba la leche, convenció a uno que pasaba por allí…”) de que Carlos V no tenía culpa de nada porque el saqueo era designio divino, y brindaron todos juntos diciendo “bring d´irs” (“yo te lo ofrezco”)
  • ¡Más teorías! La de “se me ha acabado la cerveza”. En las sociedades romana y griega, en sus fiestas, levantaban y chocaban sus copas para que los sirvientes, con el sonido, se dieran por aludidos y las rellenaran. Efectivamente, nuestros referentes en la cultura occidental eran más bien tirando a vaguetes. Lo de levantarnos a pedir con educación la siguiente ronda nos debe venir de otra rama.
  • Y la última… brindar es la forma de que participen en el disfrute de la cerveza tus cinco sentidos. Porque el color dorado (“con matices del color de los campos de trigo en Soria al atardecer” que diría mi tía, lo que viene siendo dorado) ya lo ves, el olor a lúpulo, cebada, malta… ya lo hueles, el sabor lo disfrutas, de eso no hay duda, el recipiente lo coges y así haces partícipe al tacto, pero… ¿oírlo? Sí, escuchas las risas y conversaciones que rodean a las cañas y a las tapas, pero brindar hace que integres también el oído en ese momentazo y así, te entregues en cuerpo y alma al rito cervecil.

No sé yo si alguna de estas teorías es estrictamente cierta: los siglos bailan, “bring d´irs” es bávaro y no significa exactamente “yo te lo ofrezco” (no sé si es culpa de Lactancio, que no dominaba la lengua, o de una traducción posterior) (pensaré en que es algo reciente porque a Lactancio le he cogido cariño)… pero sé que todo esto tiene sentido. Porque brindar es demostrar confianza, celebrar u ofrecer algo y hace que el momento cañeo sea redondo.

Y ahora: familia, amigos… (Acaba tu discurso “kásual”. No dejes para mañana un postureo que puedas hacer hoy): levantemos nuestras cañas y brindemos, sabiendo por qué lo hacemos, por los griegos, los romanos, Carlos V y sus secuaces, los historiadores y la paciencia de sus consortes, el bávaro y Soria y por todos los que alguna vez han brindado con motivo o sin él. Porque siempre tengamos algo que celebrar, ofrecer, agradecer. Alguna broma que hacer. Gente con la que tomar una caña. Vosotros. Mi gente. (Cuidado que ahí alguien llora. Manéjalo bien. Sonríe. ¡Les tienes! ¡Ahora mismo te aman, fiera!, ¡sigue!) ¡Por mí, por todos mis compañeros y por mí el primero! (mal. ¿Ves? Te has venido arriba) Por la vida, por disfrutarla, por la cerveza en la mejor compañía (Mírales a los ojos, les has recuperado, sigue mirándoles y cierra esta maravilla que has hecho hoy…)

¿Qué cenas de Navidad ni qué cenas de Navidad? ¡Cañas de Navidad!

Cervezas de Navidad

Ha llegado ESA época. Esa en la que ya te empiezan a planificar todos los fines de semana de diciembre. Las cenas del curro, las familiares, del gimnasio, de los antiguos alumnos, esos a los que no ves en todo el año y tienes ocultos en tu muro de facebook porque son muy pesados pero… ¡es Navidad y hay que verse! Y quién elige sitio, y no seáis cutres que para una vez que nos vemos, y no no no, yo ese viernes no puedo, ¿lo dejamos para el domingo?… Sí, esa época ya está aquí.
Partamos de una realidad innegable:

  • Las cosas no están para despilfarros
  • Tiempo libre tenemos el justo
  • Vamos de duros, pero en realidad nos hace mucha ilusión ver a todos esos grupos de gente a la que ves una vez al año. Aunque sólo sea para ponerte al día

Tenemos la solución: ¡cambia las cenas de Navidad por cañas de Navidad! Queda en el bar al que debes fidelidad, ese a cuyo camarero conoces por su nombre. El mío, sin ir más lejos, se llama Juan. Tomad unas cañas, con sus correspondientes tapas. Hablad antes con vuestro Juan particular y decidle que ese día se estire, ¡que es Navidad! Haced la convocatoria por redes sociales, ¡o por Whatsapp!

¡Cañas de Navidad!
26 de noviembre de 2013
Has cambiado el asunto a “¡Cañas de Navidad!”
Alex se ha unido
Dani se ha unido
María se ha unido
Kike se ha unido
Sarindonga se ha unido
Chicos!!
Este año cambiamos la cena por cañas!!
Que si no nos empieza Kike con que si está muy liado…

María
¡Guay!

Dani
Por mí genial. ¿Segundo finde de diciembre?

Kike
Yo ese no puedo…

No, si lo que yo te diga…

Alex
Jajajaja!! Síiiiii!!! Y vamos donde Juan!!!

Kike
¿Y si lo dejamos para enero?

¿Qué no has entendido de cañas DE NAVIDAD? ¡Tío! ¡Haznos hueco!
Sarindonga se ha ido
¡Y la otra!

Dani
Dice Sara que perdón. Que se ha salido sin querer. Que la metas.
Sarindonga se ha unido

A ver, jueves 12. Donde Juan. A las 9, ¿estamos?

Alex
Yeaaaaahhhh!!!

Kike
Va! Guay!

 

Y así consigues que el plan parezca más fácil, porque para cervecear siempre hay tiempo. Y te juntas con la gente a la que quieres ver, con la que quieres estar.
Todo ventajas, oiga:
No tienes que pasar tres horas sentado entre los dos con los que menos te apetecía cenar. Sin opción a cambio. El plan de cañas te da la libertad de rotación y traslación.
Te ahorras tener que buscar sitio. Esa presión. Ese amigo al que nunca le gusta el lugar que has elegido.
No hay que esperar a que llegue Kike, una hora más tarde, porque cómo estaba el tráfico. Según llegas le pides una caña a Juan y listo. ¡A disfrutar de los tuyos!
Tu gente. Tu caña. Tu tapa. Tu Juan. ¿Qué te parece el plan? Este año, apúntate a las cañas de Navidad.

Nuevas formas de conocer gente cuando estás ‘de cañas’

Ligando con cerveza

Todo evoluciona. Vivimos en un mundo en constante cambio. Pero hay dos realidades que permanecen y permanecerán inamovibles: que nos gusta conocer gente y que nos encanta ir de cañas.

Por eso, en la entrada de  hoy, te recomendamos nuevas técnicas que puedes probar cuando estés tomando unas cervezas en un bar con tus amigos y veas un grupo al que “te apetece conocer” ¡Adáptate a los tiempos!:

1. Prueba nuevas profesiones:

      – Perdona, ¿eres Julia?
      – No…
      – Uy, lo siento. Te he confundido con la hermana de uno de los niños a los que doy clase. Creía que eras la hermana de Nicolas y…

Y has estudiado magisterio infantil. Eso enternece. También puedes ser, si lo prefieres, músico. Prueba a llevar una funda de algún instrumento (¿vacía? ¡nos sirve!) y habla de lo importante que es la música para ti. ¡Y de tu grupo! No seas el batería. La funda no es cómoda y estadísticamente es el que menos probabilidad de éxito tiene. Bajista o guitarrista son buenas opciones.

Si eres chica, busca profesiones deportivas: trabajas para la Federación Española de Fútbol, o vas a ser la primera chica que arbitre en la liga nacional o… ¡eres la conductora del ‘safety car’!

2. Emplea las nuevas tecnologías:

Si el grupo al que quieres aproximarte se está haciendo fotos, es tu momento: “¿queréis que os haga una y salís tod@s?”. En un movimiento rápido y certero, hazla con tu cámara, y que salga bien. “¡Salís muy bien! ¿Te la mando por Whatsapp?” Ya tienes el contacto.

“¡Hola! Perdonad. Estamos haciendo una encuesta. ¿Cuántos de vosotros utilizáis Google+? Yo he apostado que ninguno” Y ganarás, no hay margen de error. Propón tu premio o habla de redes sociales, es un tema que da mucho juego.

Haciendo amigos tomando cañas
Tomando cañas tendrás muchas ocasiones de conocer gente

3. Aprovecha las múltiples cualidades de la cerveza:

Acércate al grupo objetivo. Diles que trabajas para la cerveza y buscas ‘testers’ (dale pronunciación inglesa para que ‘parezcas alguien’. Es algo así como thestaers. Ya verás qué bien). Les invitas a unas cañas (si son pocos, sino busca otro grupo que no están los tiempos para despilfarros) y vas comentando con ellos lo cerveceros que somos en España, lo buena que está la cerveza española, que han salido estudios en los que se ha descubierto que la cerveza después del deporte… ¡bueno! ¡qué os vamos a contar que no sepáis ya!

O:

      – Perdona, ¿a ti te he visto alguna vez corriendo por ______ (rellénese con una zona conocida de tu ciudad en la que se corra)?
      – No… bueno, alguna vez he ido pero hace tiempo que no salgo porque… (este sería el mejor de los escenarios)
      – No (este sería el peor) (y aun así no es malo)
      – Ah… ya, perdona. Es que te pareces mucho y al verte tomar unas cervecitas he dicho: ¡igual se quiere apuntar a las quedadas Beer Runners!

Y se lo cuentas. Y te irá bien.

4. España y su turismo:

Hazte el guiri. Consigue un mapa y pon acento raro. Que no sea ni inglés ni francés, no te arriesgues. Pregunta por lugares de interés, haz alguna bromita… Es un gran clásico que nunca falla.

Turismo y gastronomía. Es todo tan nuestro: “Perdonad, chicos. Ahora que os veo con una lager especial. Siento parecer friki, pero ¡no puedo evitarlo! Tenéis que probar a tomarla con una hamburguesa con aguacate. Lo probé el otro día y mmmm…”

5. ¿Qué me pongo?

Que parezca que estáis de despedida de soltero: desinhiben, dan juego y hacen gracia. Debe ir alternándose entre el grupo el papel del ‘novio’, que cada día se disfrace uno o una. Eficacia probada.

Aprovecha las circunstancias climatológicas: “Chicas, vosotras que sabéis de esto, con este tiempo de sí pero no la gente va en chanclas y con abrigo y… ¿cómo hay que vestirse?

Por favor, si os funciona alguna de las técnicas, no dudéis en contárnoslo. No sé si lograréis vuestro objetivo, pero las cañas y las risas están aseguradas.

El bar y la cerveza

Este es el nombre del estudio que Cervecear presentó recientemente en Madrid, en un distendido encuentro que contó con la presencia de Boris Izaguirre, Jacobo Olalla (Director General de Cerveceros de España) y el sociólogo Rafael Malo Molina, que presentó algunas conclusiones de este estudio.

En un coloquio muy animado, se definió Cervecear como sinónimo de “voy  con mis amigos a disfrutar un rato”, una costumbre propia de España y del estilo de vida mediterráneo” y pudimos descubrir algunos datos muy reveladores de la importancia de la cerveza en nuestras vidas como un elemento socializador que, siempre consumido con moderación, se convierte en el mejor testigo de los momentos más significativos de nuestra vida, aquellos que compartimos con quienes más queremos.

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