Los bares como protagonistas #NosVemosEnLosBares

Bares, cervezas y series.

En España somos muy de bares. Nos gusta quedar para tomar una cerveza con los amigos, para tener una reunión familiar distendida o al salir del trabajo para disfrutar con los compañeros de trabajo. Los bares con sus tapas y cervezas nos han acompañado siempre. Pero en España también somos muy de series. Es tal la compenetración entre unos y otras que, en muchas series, los bares han tenido un papel cuasiprotagonista.

Cómo no acordarnos de “7 vidas” y su bar “Kasi ke no”, cuántas historias entre los personajes pudimos ver. O más tarde, en la serie Aída, con el bar Reinols de Mauricio Colmenero. Un bar castizo y políticamente incorrecto en el que las tapas de callos eran devoradas por Eugenia. Donde Luisma y “El Barajas” paraban después de la jornada laboral a tomar una caña o donde Osvaldo y Néstor tenían que sufrir el humor de Mauricio.

Los bares de las series también nos han acompañado en las reuniones familiares, como en Los Serrano. El bar que llevaban Santi y Diego eran punto de encuentro de los protagonistas y el lugar en el que vimos crecer a Curro, Guille o Teté. También era lugar de conjura para los amigos, como “Fiti” que, en cada descanso en el taller, pasaba a tomarse una cervecita con una tapa de jamón.

Más recientemente, a los temibles “Peaky Blinders” los hemos conocido frecuentando el Garrison´s, que regentó Arthur. Pub que sirvió tanto para organizar tramas conspiratorias como para celebrar victorias. O incluso para enamorarse, como Tommy y Rose. Pero si por algo se caracterizaba el Garrison´s era por las cerveza que amenizaban la velada de los contertulios. Y si hablamos de familias ilustres, cómo olvidarnos de la familia Alcántara de Cuéntame.

El Nalón de Tinín, que luego pasaría a ser El Bistró regentado por Miguel y Paquita, era un constante trasiego entre Merche, Carlos, Antonio, Ramón… Allí hemos vivido escenas con las que hemos crecido. Pero en Cuéntame no solo había reuniones familiares, también de amigos. Como las cervecitas y tapas que tomaban Miguel, Antonio, Ramón y Desi.

Y hablando de amigos, cuántas tardes y noches habremos compartido con ellos en los bares, con cualquier excusa. También lo vimos en la tele, en la serie de “Amigos” por excelencia.  Así, el “Central Perk” de “Friends” era lugar habitual de reunión para los carismáticos Mónica, Ross, Chandler, Phoebe y en el que incluso llegaron a trabajar Joey y Rachel. La cerveza y el mítico sofá naranja acompañaban historias sobre problemas laborales, amorosos y chismorreos varios. Te recomendamos que no te pierdas en nuestro Instagram TV un vídeo que tenemos con los mejores momentos.

También al otro lado del charco nos marcó el “Mclaren’s”, de “Cómo conocí a vuestra madre”. Donde los Ted, Barney, Robin, Marshall o Lily compartían momentos únicos cargados de humor, amoríos y discusiones, siempre alrededor de una cerveza. De hecho, Ted y Barney fueron camareros del bar, momento que Barney aprovechaba siempre para ligar.

Está comprobado: ¡Los bares son uno de nuestros lugares favoritos de reunión! En ellos hemos pasado algunos de nuestros mejores momentos, en compañía de amigos, familia o en pareja. Y la cerveza siempre ha servido de leal acompañante en estos encuentros. Por eso, gracias a todos los que regentáis y trabajáis en los bares, por hacer de ellos un lugar único e insustituible. En este 2020, ya sea en la ficción o en la realidad, seguiremos disfrutando con vuestras cervezas y tapas. #NosVemosEnLosBares

Si bebes cerveza en vaso de tubo, no molas

Vaso de tubo

Os hemos hablado en anteriores ocasiones de la importancia que hay que darle al servicio perfecto de la cerveza: temperatura, conservación, armonías… Uno de los aspectos a los que más importancia damos es al recipiente en que se sirve, y sois muchos los que nos habéis pedido explicaciones de nuestro rotundo no a la cerveza servida en vaso de tubo.

Los porqués del NO al vaso de tubo:

1. Porque tienes nariz. Y cuando inclinas el vaso para beber, la nariz queda fuera. No hueles, y no sabe igual. Otros dan en llamarle la pérdida a través del sentido olfativo de las propiedades organolépticas en el momento de la ingesta. Viene a ser lo mismo.

2. Porque tienes nariz II (el retorno). Y cuando se te está acabando la cerveza el borde opuesto a aquel por el que estás bebiendo tropieza con ella. Esto es así. Y puede llegar a crear complejos, ¡o peor! Te puede llevar a forzar unos morritos dignos de una adolescente recién llegada a Tuenti. Ya está, tienes nariz, asúmelo. Y puestos a elegir entre tu nariz y la posibilidad de cambiar de vaso, te recomendamos encarecidamente la opción b.

3. Porque emites calor (esperamos. Si no lo haces, tenemos un problema). Y el calor de tu mano al agarrar el vaso hace efecto estufita con la cerveza. Otros dan en llamarle aumento de la temperatura idónea tras el servicio por efecto de la transferencia de calor por conducción. Pues eso, que calientas la cerveza.

4. Porque resbala. La superficie es cilíndrica, alargada y lisa. Nada ergonómica. Y el coeficiente de rozamiento del cristal no llega al 0,3 (Wikipedia, te debo una) ¡Resbala! Y luego te viene el listo de turno y te dice que el truco es dejar el meñique por debajo del vaso para que no se caiga. ¿Pero qué necesidad? ¿Qué necesidad? Es como tomar sopa en plato plano o servirte un filete en un cuenco. ¡No te dejes engañar!

5. Ojo al dato que viene un argumento de autoridad. Porque lo dicen Chicote y J. C. Capel. ¡Retuitearon nuestra campaña en su twitter! Y, como todos sabéis, si retuiteas algo es porque te ha llegado profundamente a la patata (que para algo son gurús de la gastronomía).

pirámide de maslow cervecera

6. Porque no mola. El vaso de tubo no mola. Y punto. Podríamos darte 1.000 motivos más: que la cerveza en el momento de ser servida no rompe igual, que la espuma no puede mantener los aromas y el sabor, que entorpece la oxigenación del líquido y el desarrollo del carbónico… pero este motivo gana a todos: no mola. Somos seres sociales y el reconocimiento forma parte de nuestro anhelo diario. Y si vas por la vida bebiendo cerveza en vaso de tubo tus cogéneres pensarán que no tienes nariz, que no emites calor, que tomas sopa en plato plano o, en general, que no molas. En tu mano está evitarlo.

Y hasta aquí nuestra sesuda reflexión de hoy. Esperamos haberos convencido y confiamos en que estas herramientas os sean útiles cuando tengáis que defender en un bar que no os sirvan la cerveza en vaso de tubo. Os recomendamos un firme: NO MOLAS. Aprovechamos para agradecer vuestros comentarios y dudas, ¡nos encanta estar en contacto con vosotros! Al fin y al cabo, hay algo muy grande que nos une… la pasión por la cerveza, siempre perfecta

No al vaso de tubo. Pide tu cerveza PERFECTAmente servida

En anteriores ocasiones os hemos hablado sobre la importancia del servicio perfecto de la cerveza. Con la guía de “Cervezas Perfectas”, disponible en nuestra web, inauguramos  hace un mes el verano hablando del ritual del servicio en hostelería de “nuestra dorada favorita”: temperatura idónea de servicio, variedades, posibles maridajes… y recipientes recomendados. Y precisamente de la importancia del recipiente en el que se sirve la cerveza vamos a hablar hoy.

 

 

El recipiente perfecto para servir una cerveza es una copa o vaso de cristal. El exterior, no nos engañemos, importa, y el cristal nos permite ver el color y el brillo de la cerveza. Los recipientes de mayor grosor impiden apreciar la bebida en su plenitud y pueden resultar menos agradables a la hora de disfrutarla.

La abertura de la copa favorece el desarrollo del carbónico, la conservación de los aromas y la oxigenación del líquido. Además, las copas pueden agarrarse por la caña, evitando que se caliente la bebida.

Cerveza perfecta
Una copa de cerveza perfectamente servida

¡Pero esta copa no es obligatoria! Normalmente las cervezas más ligeras se sirven en recipientes más estrechos para que el carbónico tenga un desarrollo más ligero y se conserven mejor los aromas. A medida que la cerveza gana tueste, cuerpo o graduación, requiere recipientes de mayor embocadura en los que el líquido se oxigene mejor y se desarrolle todo el potencial aromático de las cervezas.

Nadie conoce mejor su producto que el propio maestro cervecero, así que las recomendaciones de cada marca a la hora de elegir el recipiente deben ser las primeras a tener en cuenta (la mayoría de ellas, además, tienen su propia vajilla diseñada especialmente para sus cervezas).

El recipiente, importa. Porque cuando de disfrutar se trata, no debes privar a ninguno de tus cinco sentidos. Que tus ojos vean el dorado, que tu olfato distinga los aromas y que tu gusto… ¡que sea siempre de tu gusto!

Cervezas Perfectas con… Diego Cabrera

No hay nada más apetecible en esta época de calor que una cerveza bien fría en una terraza, por eso la semana pasada inauguramos el verano disfrutando de unas cervezas perfectas con Diego Cabrera. Este reconocido coctelero nos demostró cómo se sirve una cerveza perfecta en hostelería y nos explicó por qué es tan importante que los profesionales cuiden el ritual de servicio de esta bebida. Además, disfrutamos de algunos de los mejores platos de la carta de su restaurante en armonía con diferentes variedades de cerveza y, como guinda final, nos sorprendió con un cóctel elaborado con cerveza.

Guía cervezas perfectas

La sesión empezó recordando algunos aspectos esenciales: el servicio de caña y botella, la presentación en barra y en mesa, la adecuada conservación de esta bebida y el proceso de elaboración de este producto, desde los campos de cebadas hasta el local de hostelería.

Diego Cabrera continuó destacando la amplia variedad de cervezas que se elaboran en España y las mejores armonías con esta bebida de la mano de la guía Cervezas Perfectas, un manual para profesionales del sector sobre el perfecto servicio de la cerveza. Seáis profesionales de la hostelería o no, como buenos amantes de esta bebida, os sugerimos echar un ojo a esta guía que está ilustrada por Pepe Medina. Disponible en nuestra web.

Lager Pilsen con gazpacho de remolacha con boquerones; Lager especial con  sushi-makis variados; Lager extra con tosta de tartar solomillo de buey; Cerveza de trigo con pirulí de pintada y salsa de Reineta; Cerveza de abadía con risotto de setas al parmesano y Stout negra con trufa negra. Y como colofón un cóctel preparado con Lager Pilsen, frutos rojos y fruta de la pasión.

Aquí os dejamos un vídeo y varias fotos de la sesión. ¡Esperamos que os guste!