Luces, cervezas, ¡acción!

Después de ver algunas de las mejores armonías entre cerveza y gastronomía, esta semana queremos hablar de otra completamente distinta, la que forman la cerveza y el cine. Y es que la cerveza ha ‘chupado mucha cámara’ a lo largo de la historia del celuloide, ha compartido cartel con grandes estrellas de Hollywood y ha hecho gala de su versatilidad al interpretar con soltura todo tipo de papeles y géneros.

Su mejor papel

Sin lugar a dudas, y en esto coinciden todos los críticos de cine, su mejor papel es el del ‘camarada perfecto’. La cerveza lo ha interpretado como nadie en multitud de filmes.

El Hombre Tranquilo de John Ford y Cadena Perpetua son dos de nuestras favoritas.

Aquí os dejamos una escena de la segunda, un excelente reflejo de lo que es para nosotros una cerveza fresca en un día de calor.

 

A los dos lados de la cámara

Uno de los actores más célebres de todos los tiempos, Paul Newman, es el mejor ejemplo de que la relación entre la cerveza y el cine se consolidó a los dos lados de la cámara. Este actor de físico incombustible fue también un apasionado cervecero. Él mismo reconoció que sus pasiones eran el cine, los coches, la familia y la cerveza (y no necesariamente por ese orden).

Tom Cruise es otro de los actores de Hollywood que se ha declarado un auténtico apasionado de esta bebida y lo demuestra tanto en la ficción como en la vida real. Delante de las cámaras, nuestra escena favorita, es la que nos ofreció Marilyn Monroe en la película Bus Stop con una escena así de sugerente.

Después de ver estos fotogramas no hay duda de que la cerveza es más que un placer para el paladar, un bálsamo para la sed y la máxima expresión de la amistad, también es puro glamour.