Se han acabado las Navidades pero comienza una nueva etapa del año que también está llena de ilusión, nervios, emoción, celebración, aglomeraciones de gente, interminables colas… sí, nos referimos a las rebajas.

Para algunos es una gran alegría ya que llevan poniéndose los mismos jerséis desde el invierno de hace unos cuantos años y ¡ya tienen pelotillas! Su armario tiene sed de venganza así que aprovechan la bajada de precios para renovar sus prendas y volver a lucir “modelito” allá donde van o; simplemente, acuden a las rebajas por el mero hecho de comprar algo que jamás te pondrás pero “es que era muy barato”.  Esa satisfacción personal de haberlas conseguido a mitad de precio.

Aun así, hay que admitir que ir de rebajas es un auténtico suplicio para los que, por supuesto quieren hacerse con las mejores ofertas pero no están preparados para buscar entre montañas infinitas de ropa y, lo más importante, no están preparados para volver a pasar por una tienda después de haber comprado los regalos de Reyes a toda su familia y amigos.

Este post os lo dedicamos tanto a seguidores como a detractores de las rebajas y, a todos, os recomendamos que nos os estreséis y que hagáis un alto en el camino entre tienda y tienda para despejaros, descansar y coger aire con una cerveza bien fría y su aperitivo. Porque, siempre vemos las cosas de otra manera cuando desconectamos, aunque solo sea un momento, en compañía de los nuestros y de una caña bien tirada.

Además, podéis aprovechar el momento cerveza y tapa para ojear esta guía de supervivencia a las rebajas que hemos pensado para vosotros. Seguro que os hacemos más llevaderas las compras 😉

NO ERES TÚ, SOY YO

Tenemos que admitirlo: no vamos a bajar dos tallas en un mes y, por muy barato que esté, si la costura está rota o tiene manchas es mejor dejarlo ir. A veces nos empeñamos en algo sólo porque está rebajadísimo y no nos damos cuenta de que nunca le daremos uso.

HAZ UNA LISTA

Si antes de ir de compras haces limpieza de armario te darás cuenta con más facilidad de lo que necesitas y de las prendas que de verdad merece la pena buscar e invertir un poco más de dinero. Esto te evitará convulsionar cuando entres en las tiendas y no sepas por dónde empezar a mirar por la cantidad de ropa que hay.

LA MALDICIÓN DE LA “NUEVA COLECCIÓN”

Pocos nos hemos podido resistir a estas secciones que parecen tener súper poderes porque, sin saber cómo, terminamos en ellas mirando a nuestro alrededor algo desorientados. En ese momento nos damos cuenta de que es todo de nueva colección y sin querer terminamos comprando algo pese a que antes de salir de casa estamos súper convencidos de que SÓLO compraremos lo que está en rebajas…

LA ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE

No desistáis, a veces los últimos días de rebajas es cuando encontramos verdaderas ofertas que no esperábamos.

SIEMPRE NOS QUEDARÁ INTERNET

Si definitivamente no os hemos convencido también está la opción de comprar desde el sofá de nuestra casa o mejor aún, desde el bar. Una cerveza te refrescará las ideas y te dará el empujón definitivo si estás indeciso.