#Quierosaliramihora

Sair a tu hora

Ayer se celebró en nuestro país el Go home on time Day (Día para irse a tiempo a casa), una costumbre que aterriza de ciudades como Londres, Australia o Canadá. Como su propio nombre indica, trata de promover que los empleados salgan a su hora para poder compaginar la vida familiar con la laboral de la mejor manera posible. Y tú, ¿lo celebraste?

Sabemos que sois muchos los que en vuestro contrato, el horario de salida es de lo más parecido al popular término que se originó tras la publicación de la obra Utopía de Tomás Moro.

Sí, seamos realistas. Son pocos los afortunados que habitúan a salir a la hora exacta en la que se acaba su jornada pero que conste, que no nos queremos quejar ni lanzar una campaña reivindicativa para todos los altos cargos de las empresas. ¡Ni mucho menos!

Sabemos que a todo el mundo le surgen tareas de última hora, cosas que en el último momento de la jornada hay que “darles una vuelta”, asuntos urgentes… Qué ¿por qué?, pues porque sí, porque el mundo laboral es así y a veces no hay alternativa.

Sin embargo, aunque no pretendamos cambiar la realidad pura y dura, hoy nos hemos levantado con fuerza y energía. Es jueves, estamos a tope y por eso, queremos tirar una piedra (bien grande) para animar e impulsar esta bonita costumbre: Acabar a nuestra hora (por lo menos uno o dos días a la semana).

Porque hay que luchar para que la rutina sea un simple concepto del que nos habla la gente pero que no se implante en nuestras vidas. Os animamos a crear un movimiento para salir a la hora y así despejar la mente tomando una cervecita en uno de esos bares que tanto nos gustan de la ciudad. Eso sí, ya que en nuestro caso el objetivo de terminar a la hora es dejar a un lado la rutina, queda terminantemente prohibido hablar de cosas relacionadas con el trabajo. ¿Y qué os parece que cada semana vayamos a un bar distinto?

Siempre viene bien hacer un poco de networking con los compis de la empresa e incluso quedar entre semana con amigos para brindar y suplantar el hashtag de #Quierosaliramihora por el de #Hoyhesalidoamihora. ¡Las penas, quejas y agobios brindando con una caña fresquita dejan de serlo y sobre todo si se toman en buena compañía!

Ya lo sabes, crea tu propia campaña de marketing para hacer realidad esta iniciativa. Seguro que son muchos adeptos los que están a favor. Estamos seguros de que cada mañana los empleados llegarán al trabajo con sus mejores sonrisas después de haber disfrutado el día anterior de una tarde de cañas.

Curso nuevo, retos nuevos

Cervecear con amigos

“Año nuevo, vida nueva” es un dicho que no se adapta a la realidad porque todos sabemos que el año nuevo comienza en septiembre con el fin de las vacaciones y de la buena vida de estar de aquí para allá, y no en enero después de comer las uvas. La llegada del otoño conlleva ponerse en serio con todas las tareas para lograr, de una vez por todas, cumplir los retos que llevan años en la cabeza. Así que coge un boli, abre el bloc de notas y empieza a numerar los propósitos del nuevo curso.

Reconoce que la felicidad estival, aparte de dejar un cutis fino, brillante y moreno, también ha dejado algún kilo de más. Deja de hacerte el “longuis” cada vez que pasas por delante del gimnasio y apúntate, conocerás a gente y podrás descargar energía en las clases de zumba o spinning, o tonificar en las de body pump. Si echas de menos sentirte como pez en el agua, la natación es tu deporte. En cambio, si estás pensando en unirte al running y ya te has comprado las zapatillas último modelo y las mallas pero te da pereza salir solo, no lo dudes y busca al grupo Beer Runners de tu ciudad. Saldrás a correr en grupo, te divertirás y, al llegar a la línea de meta, tendrás la merecida recompensa: una cerveza en un bar.

Los idiomas, el reto por excelencia para los españoles. Hablar a la perfección y dejar de chapurrear el inglés y el francés o aprender un nuevo idioma es el objetivo del curso que acaba de empezar. “No puedo”, “está muy lejos”, “estoy muy cansado”, “está lloviendo” o “me duele el pie” son excusas para no ponerse las pilas y apuntarse a las clases. Academias, universidades, escuelas de idiomas y profesores organizan clases con total flexibilidad de horarios para que tengas todas las facilidades del mundo. Además, tienes la posibilidad de unirte a los tándems que se organizan en los bares para aprender un idioma con gente nativa mientras disfrutas de una cerveza en tu bar favorito. Y lo mejor de todo, puedes hacer una escapada a mitad de año para perfeccionar la lengua, sumergirte en la cultura y saborear la gastronomía del país.

Atreverse a hacer puenting, convertir en negocio la idea que ronda tu cabeza hace años, ir a vivir al extranjero, viajar con una mochila por toda Europa, colaborar con la ONG que siempre has querido o comprar el billete para visitar a los amigos que viven en Londres. Este es el momento para dejar los “peros” y los “y si”, y atreverse a hacer realidad los proyectos. Y como no, el reto que cumples a rajatabla cada año y que sí debe de continuar: ir de cañas con los amigos una vez a la semana para compartir los mejores momentos del día.

¿Qué harías si te perdieras en una isla desierta?

Cervecear en una isla desierta

Pongámonos en situación:
Tú, todo aventurero te dispones a irte de viaje a Tailandia. Tienes todo organizado y el itinerario está más que cerrado para toda la semana. El macuto está a rebosar y ya no soltarás la cámara de fotos durante todo el día. Sin embargo, la barrera del idioma trastorna tu viaje más de lo debido…

Tras una primera toma de contacto visitando los palacios y templos de la capital llega el momento de alejarse de la bulliciosa ciudad. Vuestro siguiente destino está a unas dos horas de Bangkok. En la información que habías sacado previa al viaje, aparecían unas imágenes de una isla paradisiaca que te aseguraban ser la envidia de todos tus amigos a la vuelta. Tratáis de preguntar cuál es la mejor forma de llegar hasta allí a un lugareño y él, muy amablemente, se ofrece a llevaros en una pequeña barquita con la que habitualmente se gana la vida saliendo a pescar cada día.

Después de una hora de camino por agua turquesa, el simpático lugareño os hace gestos de que “habéis llegado a vuestro destino”. Exactamente, estáis ahí. Sin embargo, todo lo que a priori parecía ser como la isla de la película La Playa, en Kho Pi Pi, llena de lujos y comodidades resultó ser un diminuto espacio de arena rodeado de agua y palmeras. Bueno, vale, no suena mal pero… ¡S.O.S!, ¡No hay chiringuitos!, ¡Vacaciones sin cerveza! Y ahora ¿qué hacemos? O mejor dicho ¿qué harías tú? Te contamos hasta dónde seríamos capaces de llegar nosotros por poder disfrutar como es debido en una isla desierta y las posibles opciones que tendríamos:

a) Cogemos todas las ramas y maderas que encontramos por el palmeral y nos hacemos una pequeña barca para ir a la isla más cercana en donde sí hay chiringuito con cerveza.
b) Gritamos hasta quedarnos sin voz para que el lugareño vuelva a salvarnos de estar en una isla sin cerveza y por supuesto, que nos lleve a otra pero ¡con chiringuito!
c) Como soy todo un aventurero cervecero nunca faltan en mi macuto un par de cervezas y una latita de aceitunas para mi acompañante y para mí. Más vale ser previsor que estar de vacaciones sin cerveza y sin tapita.

¿Y tú recurrirías a alguna de nuestras decisiones in extremis o tienes alguna mejor?
Tú historia continúa porque te decimos la clase de cervecero que eres:

Si eliges la opción A:
-¡Chapó! Eres un cervecero de 10. Vaya donde vayas, sois dos en uno. Continúa por esa línea porque el esfuerzo en esta vida tiene recompensa y en este caso, la recompensa es muy fresquita…y bien merecida.

Si eliges la opción B:
-Te mereces un 5 raspado. No vas en mal camino pero estamos seguros que si quieres, puedes agudizar más el ingenio. Así que venga, que no se diga que por conseguir una cerveza fría tan sólo darías un par de grititos. ¡El lugareño podría no escuchaaaaaarte!

Si eliges la opción C:
-El cervecero previsor. Ordenado, precavido…así eres tú. Porque siempre hay hueco para meter un par de cervecitas al macuto por si acaso y tu compañero de viaje estará encantado de que tengas esa cabeza ordenada. Sin embargo, el cervecero de chiringuito auténtico sabe que no hay nada como tomarse una caña fresquita bien servida así que aunque nos gusta tu previsión, hay que seguir mejorando.

Septiembre ya está aquí, ¡una caña por favor!

Por ti, cerveza

¿Habéis notado que la ciudad empieza a tener vidilla por las calles? Tras las vacaciones, dejamos la sombrilla aparcada en primera línea de playa para el año que viene y llegamos a casa con un moreno espectacular y con el modo zen ON para entrar con una sonrisa y llenos de energía por la puerta de la oficina.

Si eres de los que andan tristones por la calle pensando que, después de deshacer la maleta, la alarma dejará de estar en silencio para sonar de nuevo a eso de las ocho de la mañana, saca pecho y vence al síndrome postvacacional. Porque con Septiembre llega de nuevo la jornada laboral, pero también miles de planes que te harán “amar” la vuelta a la oficina.

Aunque te resistas a volver, tenías unas ganas locas de juntarte de nuevo con todos tus compañeros de trabajo después de dos meses de vacaciones. Cuando uno seguía frente al ordenador, los otros estaban desconectando bajo el sol y viceversa. Ahora, por fin, podéis retomar el café de media mañana y la siempre divertida hora de la comida para poneros al día y hacer un remember de los momentazos y las fotos del verano. Y por supuesto, inaugurar la tarde C, de cañas, obligatoria al menos una vez por semana para mantener el buen rollo con el que has aterrizado.

Además, si das una vuelta por el barrio te darás cuenta del buen ambiente que se respira. Conciertos, nuevas películas y obras de teatro en la cartelera, talleres DIY, ofertas en gimnasios, inauguración de exposiciones y, lo mejor, el final del verano para tu camarero preferido. Tu segunda casa quita el cartel de “cerrado por vacaciones” y vuelve a abrir las puertas para darte la bienvenida. Así que ya estás tardando en escribir por WhatsApp a tu grupo de amigos y organizar una quedada para el reencuentro. Vuestro héroe hostelero también tiene ganas de volver a ver vuestras caras, abrazaros y serviros una ronda de cervezas tiradas con todo el amor del mundo. Todo un planazo si tienes en cuenta que el sol está de tu parte y sigue dando licencia para disfrutar de la terraza mientras escuchas a tus amigos contando sus nuevos proyectos.

Si todavía sigues dudando de las posibilidades que te ofrece Septiembre solo tienes que buscar tu plan y decidir el lugar, la hora y la compañía para disfrutar de la ciudad. Seguro que empiezas el curso con buen pie.

Pide una cerveza y plántale cara al calor

Sal a la calle y sal feliz, cantando, con una sonrisa de oreja a oreja para disfrutar del último mes de verano. Porque aunque las tiendas llenen los escaparates con abrigos oscuros, las televisiones anuncien a bombo y platillo la vuelta al cole y el uno de septiembre empiece a ser una realidad, todavía no es tiempo de sacar las botas de agua del armario. Entramos en la recta final ,sí, pero al verano le quedan muchos rayos de sol con los que iluminar los días, ponernos morenos y guiarnos hasta el chiringuito de moda.

Con temperaturas de 30 grados, ¿quién se resiste a bañarse en la piscina, tumbarse en la playa, disfrutar de la tranquilidad de las ciudades vacías o del bullicio de los pueblos en fiestas? Los días de sol también son perfectos para ir al parque del barrio y, bajo un árbol, devorar el libro que teníamos pendiente y, si encima estamos de vacaciones, también podemos planear un road trip por la geografía española. Con tantos planes veraniegos por delante, es obligatorio llevar en la mochila el kit de ‘Los Indispensables’ para poder disfrutar al máximoCERVEZA (36) los días de verano.

Esencial: la crema solar, las gafas de sol y el abanico o, en su defecto, la revista que acabas de comprar en el quiosco.  ¿Echas en falta algo?  ¡Claro que sí! La cerveza. Hecha de lúpulo, malta y, principalmente, de agua, es una de las bebidas indispensables para sobrevivir a los últimos coletazos de calor. Una cerveza bien fresca en tu terraza favorita es el mejor remedio para hidratarnos y refrescarnos durante la época estival. Si no lo crees, pregunta a los andaluces, los españoles que soportan temperaturas altísimas y los que más cerveza consumen. Ellos sí saben cómo quitarse el calor.

Así que después de un día en la piscina, de un largo paseo, de una jornada en la playa bajo el sol o, simplemente, porque te apetece, coge el teléfono, llama a los amigos e id a visitar a vuestro camarero preferido. Una vez acomodado en la terraza y en la sombra, relájate, pide una caña y plántale cara al calor.

Todos tenemos una #fotodelverano. ¿Cuál es la tuya?

Selfie veraniego

Agosto, el mes de las vacaciones por excelencia, ha llegado. Pero el octavo mes del año también se conoce como el de la envidia, la pelusa que sienten los pocos que, hundidos en la depresión post vacacional, vuelven del relax playero al caos laboral, y los menos que esperan con ansia a que llegue su turno en septiembre. ¿Las culpables? ¡Las fotos del verano!

Mientras estás sentado delante del ordenador, en silencio y acompañado por las ‘bolas del oeste’, las imágenes de pies en la arena con el mar de fondo y los selfies con sonrisas profident  y gafas de sol con cristales tintados invaden nuestras redes sociales. Todos las hemos odiado en algún momento del verano pero todos las hemos publicado en nuestro muro también.  Nuestra maleta no se cierra hasta que no metemos el móvil, indispensable en nuestras vacaciones. El smartphone se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo para inmortalizar los mejores momentos, los instantes de felicidad que vivimos durante la época estival. Por eso, en Cerveceros de España hemos realizado una encuesta para saber qué momentos son los favoritos de los españoles durante el verano y recordarlos con fotografías para siempre.

Da igual que estemos perdidos en la montaña o visitando ciudades, sabemos que tenemos un país con paisajes maravillosos y queremos que todo el mundo lo vea. Por eso, no podemos resistirnos a hacer click e inmortalizar nuestro entorno más cercano.

Selfie playero
Fuente original: www.ine.es

Los amigos, aquellos con los que vamos de ruta, de festivales, de barbacoa y con los que resolvemos el mundo en un bar con una cerveza bien fresca tampoco podían faltar en el podio de las tres primeras posiciones de las fotos del verano. Y sí, habéis acertado. En un país donde la cerveza es la bebida reina, las instantáneas de las rubias con un dedo de espuma ocupan el tercer puesto como los momentos preferidos para compartir en las redes sociales. ¡Con este panorama en las redes sociales, normal que la envidia aumente por momentos!

Ah, se nos olvidaba. ¿Sabéis quienes son las personas que más comentan en redes sociales? Los cerveceros. Porque tenemos envidia si estamos trabajando pero lo que más nos gusta es comentar y formar parte de la felicidad vacacional de nuestros amigos y familiares.

Así que si quieres compartir tu felicidad, sube tu foto del verano en las redes sociales con el hashtag  #lafotodelverano y a seguir disfrutando del sol, los amigos y las cañas.

A orillas de la playa

El chiringuito

¿Quién no ha querido dejarlo todo alguna vez y montar un chiringuito de playa? ¡Ay! el chiringo, el quiosco playero, las casetas, la taberna de verano, la terracita del paseo marítimo… son muchos los nombres que designan a ese gran lugar en el que arreglamos el mundo durante las vacaciones y en el que nos gustaría pasar más días al año. Indispensable oasis para combatir el calor en los meses de julio y agosto, cómplice de nuestros mejores momentos playeros y como no, guardián de la cerveza fresquita. Por todo esto y mucho más, hoy le dedicamos nuestro post en el blog.

Ponte en situación: la una del mediodía, cremita en la frente, tus amigos, el ruido de las olas, unas bravas, dos cañitas y una paella encargada para cinco. ¿Se puede vivir mejor? Lo dudamos.

La verdad es que lo hemos hecho todos y en todas las épocas, nuestros padres y abuelos también, sí. De hecho, los orígenes de este mágico lugar se remontan a principios de los años cincuenta, a las playas del litoral catalán, concretamente en Sitges. Y por si no lo sabíais, tiene un pasado literario.

El primer establecimiento que da nombre a todos los demás se inauguró en 1913 con el nombre de ‘kiosket’. Fue a mediados de los años cuarenta cuando un ilustre parroquiano, escritor y por aquel entonces colaborador del periódico La Vanguardia, César González Ruano, sugirió al dueño del local que cambiara el nombre a Chiringuito. Para César era un lugar especial donde encontraba la inspiración para escribir sus novelas y sobre todo, donde disfrutaba en compañía de buenos amigos.

Muchos años han pasado, y muchos otros locales a lo largo de la costa española se han ido abriendo, pero su esencia sigue imborrable. El chiringuito, ya sea de madera o azulejo, con manteles de papel o de tela, es ese sitio donde puedes desconectar, darte una tregua del sol y sobre todo, disfrutar de una cerveza fría y unas tapitas, ya que en el fondo es lo que nos gusta.

Así que ya sabéis, este verano (toalla en mano), no dejéis de acercaros a vuestro chiringuito favorito, porque es el planazo del verano, y no lo decimos nosotros, que ya nos lo cantaba Georgie Dann.

“Esos seres que trabajan atentamente a la sombra”

Hostel Heroes

“A través de diferentes locales de Zaragoza se ha querido homenajear con este reportaje fotográfico a los seres humanos sin los cuales, nuestra sociedad sería incompleta. El estrés de su trabajo, sus agobios, su pelea del día a día… El tiempo tras la barra y el tiempo en el que se trabaja a escondidas, antes y después de que hayan divertido al público”

Así resumía el fotógrafo Manu Brabo, encargado de retratar a los hosteleros de Zaragoza, su trabajo para Hostelhéroes.

A estas alturas y con un Pulitzer en su palmarés, sobran las palabras para presentar a este fotoperiodista que ha puesto su objetivo en diferentes países alrededor del mundo para captar grandes momentos de la Historia contemporánea, como la guerra de Siria o las elecciones de Libia y Egipto, y otras pequeñas historias que su cámara también ha hecho grandes.

Con Hostelhéroes, Manu Brabo ha vuelto a su ciudad natal, Zaragoza, para sumarse a este homenaje a “esos seres que trabajan atentamente a la sombra” como a él le gusta llamarlos. Fiel a esta reflexión, los ha inmortalizado en un juego de luces y sombras alrededor de sus movimientos rápidos tras la barra, sus gestos instintivos al manejar el grifo de cerveza, el recital del menú, el gesto familiar al cliente de toda la vida…

Manu Brabo ha cambiado el campo de batalla por ese otro territorio de ‘combate’ que es el bar, el lugar donde “al ritmo de cañas, se intercambia la cultura popular, se disfruta de la compañía, se ríe o incluso se encuentran momentos de relax” y en él se ha manejado también con maestría porque como nos recuerda Brabo “en torno a las cervezas y a los bares se han creado movimientos artísticos, fundado partidos políticos, maquinado complots y revoluciones. Los hosteleros, como aquellos seres que trabajan atentamente a la sombra lo han hecho posible… Y la cerveza siempre ha estado presente”.

 

*La exposición de Hostelhéroes Zaragoza podrá visitarse hasta el próximo domingo 29 de junio en el Centro Comercial Puerto Venecia de Zaragoza.

SIETE FORMAS DE CERVECEAR EN EL MUNDIAL:

Cervecear en el Mundial de Fútbol

1. Con tus compañeros de trabajo mientras haces una porra. Ese momento en el que te llega un e-mail bomba con el asunto: “vuelve la porra” y te empiezan a venir resultados a la cabeza, si apostar o no… Al final todos caemos y cómo nos gusta. Sabemos que algunos partidos los veremos juntos, otros ni los veremos porque estaremos trabajando cuando se emitan pero lo que es seguro es que al final del Mundial celebraremos los resultados y el ganador de la porra nos invitará a todos a una cerveza en el bar de “Juan” (cada uno tiene su Juan particular, ya lo sabéis).

2. Con tus amigos de toda la vida en vuestro bar. ¿Para qué cambiar las costumbres? Sabéis lo que os gusta y dónde os gusta. No tenéis problemas para elegir el bar al que ir, con vuestro camarero que sabe lo que queréis y cómo lo queréis. Más no se puede pedir.

3. En una terraza con una gran pantalla. Cierra los ojos y ponte en situación: una plaza, una gran pantalla, varios bares alrededor y cientos de personas animando a la Roja. Nos gusta a todos. Si no lo sueles hacer, busca tu placita, repetirás.

4. Con ese alguien especial “que acabas de conocer”. Todos hemos pasado por esas primeras citas en las que no sabes muy bien los gustos de la otra persona y te lanzas a lo que sea. Ten claro que el Mundial es una buena excusa para tomaros una cerveza juntos y hablar de hablar del paradón de Casillas o la jugada de Iniesta (por cierto, Andrés, vuelve a hacernos felices este año). Como diría Simeone, “igual partido a partido…”.

5. En familia, con tus hijos y tus padres. En tu casa es tradición vivir los partidos todos juntos, lo lleváis en la sangre. Os vestís con vuestras mejores galas y bajáis al bar en el que tu abuelo también veía los mundiales y eurocopas cuando España no pasaba de cuartos ;). Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Tus hijos también se lo inculcarán a los suyos. Porque las tradiciones hay que mantenerlas.

6. En el nuevo bar que han abierto en la esquina. Dudas durante unos días, está todo repleto de carteles con información del Mundial, pero al final decides ir por primera vez para la ocasión y no te defrauda. El camarero majete te pone tu cerveza con una tapa buenísima, la TV se ve desde mil ángulos diferentes y tus amigos encantados. Vuelves, para ver los cuartos, vuelves.

7. En el bar del hotel. Ni de viaje, ni trabajando, te pierdes un partido de la Roja. Eres de esos fieles seguidores que aunque estés solo en un hotel después de un largo día de reuniones, tienes que ver ese partido que nos dará el pase a semis. Reconócelo, incluso hablas con los que están como tú y ¿cuántos amigos habrán salido de esa cervecita celebrando el gol de Iniesta? Ver los partidos en el bar del hotel unen, y lo sabes.

¿Operación bikini? Sí, el verano está a la vuelta de la esquina.

Cerveza y Ensalada

Ahora que por fin llega junio y de un momento a otro llegará el calor para quedarse, apetece más que nunca disfrutar de una cerveza bien fresca. Ya está aquí el momento más esperado del año: las tardes de terrazas y largas conversaciones entre amigos con unas cervezas al sol. Pero tú, que no te has tomado muy al pie de la letra la operación bikini, piensas que deberías ponerte las pilas y renunciar a tus pequeños placeres. No te preocupes, aquí tienes unos consejos para disfrutar mientras mantienes la línea.

La ensalada, nuestro gran aliado. ¿Quién dijo que tenía que ser aburrida? Elige diferentes tipos de lechuga, que tenga queso, fruta o incluso frutos secos… ¡Hay mil combinaciones! Pero, sin duda, nuestra mejor propuesta es combinarla con una cerveza ligera de cuerpo de medio, una Lager Especial que hará que la ensalada te sepa a gloria.

Si tienes que bajar corriendo al bar de debajo de la oficina en ese hueco que tienes para comer y quieres cuidarte, te recomendamos que le pidas a tu camarero una buena brocheta de tomate cherry con mozzarella y albahaca, es un plato fresquito y una armonía perfecta para una cerveza SIN. Volverás como nuevo a trabajar.

Un manjar que no podemos dejar de lado es, sin duda, los espárragos con jamón. Nosotros te recomendamos tomarlos con una cerveza de trigo. No te olvides comerlos con las manos, saben mejor.

Y para terminar, creemos que un oasis en forma de postre de vez en cuando no viene nada mal, ¿un brownie? ¿un coulant de chocolate? Cualquiera que tenga chocolate para combinarlo con una stout negra. ¿Te atreves?

Ahora que conoces estas armonías, no tienes excusas para cuidar tu peso sin renunciar a disfrutar al placer de seguir tomando tu cerveza bien fresca.

Cerveceros 27